Ante la evidencia de los datos del mercado chino, LG Energy Solution ha comenzado el desarrollo de sus propias celdas de batería LFP (litio ferro-fosfato) con el objetivo de comercializarlas principalmente en el país asiático, ante el incremento de la demanda de esta tecnología. Si bien la empresa coreana se había resistido hasta ahora a incorporar este tipo de celdas a su oferta, por su baja densidad energética y su mayor peso, el cambio radical en el mercado provocado por Tesla, parece haberle hecho cambiar de opinión.
Las baterías que utilizan celdas con cátodos LFP son ligeramente menos densas energéticamente que las baterías ternarias, NCM (níquel, cobalto-manganeso) o NCA (níquel-cobalto-aluminio) que son las que se emplean habitualmente en la mayoría de los coches eléctricos. Sin embargo, su ventaja radica en que son más baratas, más sencillas de empaquetar, no se recalientan y no requieren el empleo de materiales escasos y caros como el cobalto o el níquel. Los cátodos de LFP están compuestos de hierro, fosfato, oxígeno y, a veces, una parte de manganeso.
El desarrollo de las baterías de LG Energy Solution dotadas de esta tecnología ya ha comenzado en el laboratorio que la empresa coreana, subsidiaria de LG, tiene en Daejeon. Para arrancar la producción, se instalará una línea piloto que comenzará a producir celdas LFP a pequeña escala el año que viene. El formato de las celdas será tipo bolsa, en lugar de las celdas prismáticas o cilíndricas.
Será precisamente su empresa matriz, LG Chem la que se encargará de suministrar los materiales necesarios para este tipo de celdas que precisan además sales de litio, separadores de polímeros, ánodos de grafito, colectores de corriente de cobre y aluminio y una carcasa de aluminio. Todos estos materiales son abundantes en la naturaleza, y la mayoría se extraen extensamente (o se sintetizan) a volúmenes relativamente altos en comparación con las necesidades actuales y futuras de los vehículos eléctricos. Algunos medios como TheElec especulan con que la corana buscará conformar una empresa conjunta con un socio chino para suministrar estas materias primas a LGE.
Tesla Model 3 fabricado en Shanghái con baterías LFP.
Precisamente ha sido Tesla la que ha dado este empujón a una tecnología cuya aplicación se reducía a los autobuses eléctricos y otros vehículos pesados que tienen requisitos de autonomía modesta, pero requieren muchos ciclos de trabajo. Actualmente, gracias a los avances químicos, las celdas LFP están comenzando a alcanzar densidades energéticas (en peso y volumen) suficientes como para ofrecer una autonomía suficiente a los vehículos eléctricos para particulares.
El acuerdo con CATL el año pasado para el suministro de estas baterías que se han incorporado en el Tesla Model 3 en su variante más básica (Standard Range) fabricado en Shanghái fue su escopetazo de salida. El mes pasado, Tesla ofreció a los titulares de una reserva del Model 3 en Estados Unidos la posibilidad de adelantar la entrega si admitían que su coche equipara estas baterías. Tesla también anunció que usaría batería LFP para su sistema de almacenamiento de energía Megapack.
El desarrollo de baterías LFP podría convertirse en un buen movimiento comercial para LG Energy Solution a largo plazo ya que es de esperar algunas de las empresas emergentes de vehículos eléctricos, como Rivian o incluso Apple, recurran a esta tecnología en sus vehículos base.