Las baterías de alto voltaje para vehículos eléctricos están a punto de experimentar un cambio importante en su tecnología. Habitualmente, sus cátodos disponen de la llamada química NCM 622, es decir, están fabricados con el 60% de níquel, el 20% de cobalto y el 20% de manganeso. Para este mismo año, una de las empresas proveedoras de celdas de baterías más importantes, LG Chem, ha anunciado que comenzará a comercializar nuevas celdas con cátodos NCM 811. Este cambio disminuirá los costes de producción y aportará mayor densidad energética: en su primera generación, podrían aumentar la autonomía de los coches eléctricos un 25%.
El avance tecnológico de las baterías aumentará la autonomía y disminuirá el peso, reduciendo los costes de producción.
La química de las baterías supone un complicado equilibrio entre diversas variables como la densidad de energía, la potencia, el coste económico y la durabilidad. Los cátodos fabricados con química NCM 811 están formados por el 80% de níquel, el 10% de cobalto y el 10% de manganeso. La principal característica de esta nueva composición es la disminución de la cantidad de cobalto necesaria, uno de los minerales más escasos y complicados de encontrar actualmente, por lo que se abarataría el coste final por debajo de los 100 dólares el kilovatio.
Otra consecuencia importante de este cambio es el aumento de la densidad energética, lo que permitiría lograr mayores capacidades de batería con el mismo volumen y peso que las actuales. A cambio se aumenta la proporción de níquel, que puede provocar mayor inestabilidad térmica, lo que obligaría a disponer de sistemas activos de refrigeración más sofisticados. En 2020 se espera que estas baterías puedan incorporar la tecnología de electrolito sólido, lo que mejorará todavía más sus características, y les agregará un extra de seguridad, suponiendo una segunda revolución en su desarrollo.
LG Chem es uno de los suministradores de baterías más importantes del mundo y podría adelantarse al resto de sus competidores en el lanzamiento de los cátodos NCM 811. Tiene como clientes a buena parte de los fabricantes de vehículos eléctricos con modelos ya presentes en el mercado, por lo que serían varios de ellos los que podrían recibir esta tecnología. Entre ellos podrían estar el Hyundai Kona EV, el Nissan Leaf E-Plus, el Hyundai Ioniq Eléctrico, el Renault Zoe, el Opel Corsa EV, el Peugeot 208 EV y el Volkswagen Neo, conocido inicialmente como I.D.
Esta tecnología y sus posteriores desarrollos podría permitir romper las dos barreras actuales más importantes para la compra de un coche eléctrico; los fabricantes podrían ofrecerlos al mismo precio que los de combustión, y la autonomía real podría alcanzar, fácilmente, los 500 kilómetros reales. La implementación de las redes de recarga ultrarrápidas, que ya comienzan a extenderse en las principales rutas, llevará en los próximo años a un aumento generalizado de las ventas de coches eléctricos.
LG Chem no es el único fabricante de baterías que anuncia esta revolución. La coreana Samsung SDI y la china CATL también han anunciado su desarrollo y deberían estar cerca de poder lanzarlo de forma oficial.
Incremento de la densidad energética según la composición química. Fuente: CATL.