Múltiples informes avalan lo que la lógica parece dictar: los coches eléctricos contaminan menos que los de combustión. Incluso teniendo en cuenta la fabricación de las baterías y el origen de la electricidad que los mueve, en comparación con los combustibles fósiles, la movilidad eléctrica aumenta la calidad del aire de las ciudades. Un hecho que es todavía más favorable en las ciudades, donde las emisiones locales son cero. Pero hay un aspecto en el que los coches eléctricos son más contaminantes que los de combustión: las partículas de los neumáticos. Un argumento al que se agarran sus detractores para criticarlos y que The Tire Collective está dispuesta a eliminar gracias a este invento.
La contaminación de los vehículos eléctricos es uno de los debates más populares entre detractores y defensores de esta tecnología. La utilización de las energías renovables para la fabricación de las baterías y para la generación de la electricidad que emplean durante su vida útil y la reutilización y el reciclaje de las baterías son medidas ecológicas que reducen mucho su contaminación. Pero hay un asunto apremiante que debe abordarse lo más rápido posible: las partículas que desprenden los neumáticos que contaminan de muchas maneras peligrosas.
The Tire Collective es una startup británica tiene como objetivo resolver este problema poco conocido de los automóviles en general y de los eléctricos en particular. Según esta empresa el uso de neumáticos en todo el mundo genera alrededor del 50 % de las emisiones totales de partículas en el aire, una mezcla de muchas sustancias químicas que son dañinas para los humanos, los animales y el medio ambiente. Al mismo tiempo, su desgaste normal genera tanto microplástico que los neumáticos se consideran en la actualidad el segundo contaminante de nuestros océanos, después del plástico de un solo uso.
La startup asegura que nuestros pulmones se dañan a largo plazo al respirar estas partículas. Igualmente, muchas terminan en las vías fluviales y hasta en la comida. Además, los vehículos eléctricos empeoren esta desafortunada situación. Según la organización, el desgaste de los neumáticos aumentará con ellos porque estos pesan más y producen más par que se transmite a las ruedas. Al ser este instantáneo se traduce en un mayor desgaste de su superficie.
La mayoría de los fabricantes de neumáticos ya tienen en su catálogo productos destinados únicamente a vehículos eléctricos. Con ellos tratan de obtener un compuesto con el que reducir la resistencia a la rodadura y aumentar la autonomía de los vehículos eléctricos y al mismo tiempo asegurarse de que pueda tener una vida útil similar a la de los neumáticos que se usan en los automóviles tradicionales. Los vehículos eléctricos con configuración de tracción delantera son más susceptibles a patinar en las arrancadas. La fuerza entregada al neumático supera la fricción entre la banda de rodadura y la superficie y se pierde el contacto lo que puede producir más desgaste y más contaminación.
The Tire Collective ha tratado de encontrar una solución a este problema colocando un dispositivo fijo cerca de los neumáticos que captura las partículas resultantes del desgaste. Está inspirado en las propiedades de la electricidad estática: las partículas cargadas salen de los neumáticos durante el uso normal y, en lugar de volar al azar, son capturados por el dispositivo.
El dispositivo de captura es el resultado de la colaboración de cuatro personas que estudiaron Ingeniería de Diseño de Innovación en el Imperial College London y el Royal College of Art. Según la startup con su primer prototipo, todavía en fase de laboratorio, ha logrado capturar alrededor del 60% de las partículas dañinas. Con la ampliación de los experimentos y los ajustes necesarios, las pruebas en el mundo real perfeccionarán la tecnología para que esta cantidad pueda aumentar hasta capturar más del 90 % de las partículas.