Hace tiempo que se presentaron las primeras transmisiones para bicicletas eléctricas que prescinden de la tradicional cadena o correa. Consideradas como el futuro de la movilidad sobre las dos ruedas, el principio de funcionamiento se basa en un motor eléctrico para mover las ruedas y en un generador eléctrico alimentado por el pedaleo del ciclista. Entre ellos, una batería se encarga de almacenar y enviar los excesos y defectos de energía que se producen durante la marcha.
Schaeffler, en colaboración con Heinzmann, ya puso a la venta este revolucionario sistema de propulsión de bicicletas eléctricas ideado principalmente para las que se emplean en actividades profesionales, es decir, para las de carga. Ahora, uno de los nombres más importantes en el mundo del ciclismo acaba de presentar su propia tecnología de conducción digital y la ha aplicado a las bicicletas eléctricas normales.
Look Cycle es una empresa francesa especializada en la fabricación de productos para ciclismo, conocida por sus productos de alta gama, componentes y, especialmente, por sus pedales y sistemas de fijación. Esta compañía se hizo famosa por ser la pionera en la creación de pedales automáticos para bicicletas de carretera y es la responsable de su lanzamiento de forma masiva en la década de los 80. También fabrica bicicletas de carretera de alta calidad y otros productos relacionados con el ciclismo. Su enfoque siempre ha estado en la innovación y la búsqueda de la mejora de la eficiencia y el rendimiento para los ciclistas.
Look Cycle se ha asociado con el especialista francés en movilidad activa Cixi, para el desarrollo del Sistema de Recuperación de Energía del Pedaleo (PERS). Ha sido diseñado para reemplazar las configuraciones tradicionales formadas por engranajes y una cadena o una correa por un sistema de doble máquina eléctrica motor generador y el software de control.
Su accionamiento eléctrico, además de eliminar la necesidad de una conexión física entre los pedales y las ruedas, también utiliza complejos algoritmos gobernados por inteligencia artificial, para adaptar la entrega de potencia a las ruedas. Mediante varios sensores de diferentes tipos que tienen en cuenta el esfuerzo del ciclista, el terreno, la inclinación y la velocidad, el software es capaz de tomar la decisión de qué potencia enviar al motor, utilizando la energía creada por el generador y almacenada en la batería.
A nivel del motor, el sistema incorpora un buje con un variador continuo que elimina la necesidad de engranajes. Según sus creadores, el sistema puede entregar energía al motor incluso con la batería vacía, siempre que el ciclista siga pedaleando. Una aplicación móvil dedicada permite al ciclista ajustar el rendimiento del PERS seleccionando una serie de modos de conducción y los niveles del sistema de regeneración que alargan la autonomía eléctrica de la bicicleta.
El PERS en el mundo real
Como prototipo conceptual, Look y Cixi han presentado la Rover 45, una bicicleta eléctrica que puede alcanzar velocidades de hasta 45 km/h (ilegales en Europa, donde el límite de asistencia es de 25 km/h). En ella, el PERS está acoplado a un paquete de baterías de 700 Wh, alojado en el tubo del asiento. El generador se sitúa en el soporte inferior, en el buje del pedalier, y el motor eléctrico se monta en el buje de la rueda trasera.
Con esta misma configuración técnica, la bicicleta puede adoptar diferentes formas y diseños. En este caso, la tipología elegida es la de una bicicleta eléctrica estándar de carácter urbano. Sus creadores señalan que el sistema PERS, además, elimina toda las necesidades de mantenimiento a las que obliga un sistema convencional que, cada cierto tiempo, precisa de engrases, ajustes o reemplazo de piezas desgastadas.