Audi tiene una hoja de ruta muy bien especificada sobre cómo llegará la electrificación completa a su gama de modelos. Concretamente, en 2026 dejarán de desarrollar motores de combustión para centrarse únicamente en los eléctricos a batería: en 2033 tan sólo venderán modelos cero emisiones. Este es el plan que todavía se contempla dentro de la firma de los cuatro aros. No obstante, algunos contratiempos y el propio mercado podrían obligar a la compañía a retrasar la llegada de este plan.
Según ha confirmado el recientemente nombrado CEO de la casa alemana, Gernot Döllner, al medio Handelsblatt, las baterías estarían tardando demasiado en reducir sus precios estimados, por lo que la rentabilidad todavía no es equiparable a los coches de combustión, ni parece que lo llegue a ser en el periodo pronosticado, por lo que es posible que todo deba retrasarse.
Audi necesita más rentabilidad en sus coches eléctricos
“Originalmente, en Audi asumimos que alcanzaríamos estos rendimientos a mediados de la década. Ahora, en el contexto de los acontecimientos actuales, es probable que esto se retrase. Los márgenes de beneficio entre los coches de combustión interna y los eléctricos no están convergiendo tan rápido como esperábamos”, aseguró Döllner en su intervención.
Concretamente, en Audi están luchando contra los altos precios y costes de fabricación y compra de baterías, así como de las materias primas que las componen. Son muchos los medios que apuntan a que el CEO tiene una gran presión sobre sí, ya que por un lado espera cumplir con los márgenes y periodos establecidos por la marca previamente, pero también hacer que estos planes sean rentables.
Pese a todo, Döllner afirmó que la conversión de su gama a la completa electrificación se llevará a cabo en los principales mercados (Europa, Norteamérica y China), aunque con diferentes velocidades entre sí. “Actualmente, estamos en una posición flexible gracias a nuestros nuevos coches eléctricos y a una generación completamente nueva de motores de combustión e híbridos enchufables”, afirmó.
Por ahora, desde Audi esperan introducir soluciones “rápidas y robustas” con las que contrarrestar “muchos desafíos”, como una renovación “realista” de su gama de modelos actual hacia un esquema de cero emisiones, pero centrándose en la calidad en todos los apartados. Para llevar a cabo el necesario ahorro de costes, Audi rechaza por completo el recorte en empleos, pero sí hará uso de materiales diferentes o de la incorporación de baterías más pequeñas pero más eficientes en sus vehículos. De cara al próximo año 2024, el nuevo CEO de Audi admite que tendrán que "trabajar aún más duro para lograr buenos resultados”.
Finalmente, Döllner respaldó la entrada de la marca en la Fórmula 1 para el año 2026, un proyecto que estaba en tela de juicio debido al alto coste que esto conllevaría para la marca: concretamente, unos 1.000 millones de euros. Pese a todo, el CEO admitió que “el plan continúa en marcha”.
Por el momento, no ha habido más comentarios al respecto sobre el plan futuro de Audi. No obstante, sí es posible un retraso en la llegada de su ansiada gama 100% eléctrica, ya que hace unos meses se vieron obligados a retrasar el lanzamiento de nuevos modelos eléctricos a causa de los problemas de software con Cariad.