Baterías de azufre cristalino: la nueva propuesta de esta startup que promete “cambiar el mundo”

Theion, la nueva compañía alemana especializada en química de baterías para vehículos eléctricos, ha propuesto una nueva composición que podría ser prometedora.

Theion promete que su nueva química de baterías es más segura y barata de producir.
Theion promete que su nueva química de baterías es más segura y barata de producir.
23/03/2025 10:45
Actualizado a 23/03/2025 10:45

El desarrollo que está viviendo el sector de las baterías para coches eléctricos es abrumador. En los últimos años, la importancia de este componente ha crecido significativamente, debido al propio auge de este tipo de movilidad. De la mano también han llegado nuevas tecnologías, químicas o capacidades totalmente rompedoras hasta hace sólo unos años. Por mencionar alguna, buen ejemplo de ello es StoreDot, quien ya está trabajando en sus baterías ‘100in’, que puede recargar 100 millas de autonomía en pocos minutos.

Sin embargo, lejos de las grandes conocidas del sector, también existen muchas nuevas empresas que se están especializando en el campo de las baterías y su química. La última en hacer acto de presencia es Theion, una compañía de Berlín que ha presentado una nueva composición totalmente rompedora. Tanto ha entusiasmado al público que acaban de completar su primera ronda de financiación de Serie A, donde han obtenido una inyección de 15 millones de euros.

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Su utilidad va en todo tipo de ámbitos: aviones, coches o baterías estacionarias.

Theion y sus rompedoras baterías de azufre cristalino

La startup alemana espera seguir desarrollando y avanzando en el campo de las baterías de azufre cristalino. De hecho, su promesa es que esta nueva química podría situar a Alemania y a Europa en una posición de liderazgo sobre el sector de la movilidad eléctrica. La mencionada ronda de financiación ha sido liderada por Team Global. 

La mayoría de inversores han catalogado a este invento como “innovador”, ya que se presenta como una alternativa más barata y potente que las baterías convencionales de iones de litio. También es más amigable con el medio ambiente. Su finalidad entra dentro de cualquier tipo de movilidad, como la aviación eléctrica, aeroespacial, coches eléctricos de autonomía extendida o almacenamiento de energía estacionaria.

“Aún nos queda un largo camino por recorrer, pero esta innovación puede cambiar el mundo: en un futuro próximo, los vuelos eléctricos sin emisiones de CO2 serán posibles, y la irrupción de los coches eléctricos en la carretera también estará al alcance si se consigue aumentar significativamente la autonomía”, aseguró Ulrich Ehmes, CEO de Theion.

“Estos seguro de que la tecnología de baterías de cristal puede revolucionar la movilidad y el almacenamiento de energía estacionaria, y Theion está a la vanguardia de esta revolución tecnológica”, puntualizó Lukasz Gadowski, CEO y fundador de Team Global.

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Con esta nueva química, en Theion creen que Europa podría liderar el sector de las baterías.

Según apuntan desde la compañía, con esta química se puede reducir significativamente los costes en la industria, pero también ser un catalizador para la aviación ‘cero emisiones’. Theion promete que esta química es más segura, sostenible y rentable que la empleada actualmente.

Desde Theion aseguran que aún queda un largo camino para su implementación en el mundo real. Según sus estudios, para el año 2030 se triplicará la demanda de baterías, lo que supondría un volumen total de unos 8 TWh o 500.000 millones de euros al año. Por ello, la cúpula de la compañía espera que Europa pueda presentarse como un líder en este mercado mediante el uso del azufre.

“Esta nueva química se basa en el azufre. Este residuo reciclable sustituye al níquel y al cobalto; su disponibilidad es prácticamente infinita y, por lo tanto, representa una solución sostenible sin riesgos de eliminación. En comparación directa con las baterías de iones de litio, la batería de azufre cristalino patentada tiene una huella de carbono significativamente menor y mejora la resiliencia de la cadena de suministro”, aseguró Ehmes.