La startup holandesa ROCSYS, dedicada especialmente al desarrollo de cargadores automatizados para coches eléctricos, ha completado con éxito su primera ronda de inversión. En esta, el principal inversor es la empresa estonia Superangel, así como Forward.one, un fondo de inversión holandés centrado en el hardware de alta tecnología. Estos dos inversores se suman al fondo de inversión UNIIQ, que también anunció su participación en ROCSYS a principios de este año.
La tecnología de esta compañía está diseñada para ofrecer a los operadores puntos de carga totalmente automatizados, de manera que el cliente en cuestión no tenga que preocuparse más que de dejar aparcado su coche. ROCSYS cree que, con la llegada de la conducción autónoma a la hora de aparcar (cada vez más coches son ya capaces de hacerlo) y circular distancias cortas, la automatización del proceso de carga es «inevitable».
Sus creadores aseguran que la tecnología robotizada permite realizar el proceso de manera segura, y cuentan con soluciones para carga de alta potencia hasta 350 kW. Aunque han aportado pocos detalles sobre su funcionamiento, según el vídeo publicado por la compañía, una de las guías del cargador automático es una cámara instalada en el brazo robótico, que sirve para reconocer el enchufe del coche.
La compañía asegura que cada uno de estos cargadores incluye soporte, integración API y la posibilidad de interactuar de manera remonta, por lo que ofrece a los operadores un plus de funcionalidad y productividad con su infraestructura de carga.
Cargadores inteligentes sí, pero antes hay otras prioridades
La llegada de los cargadores automatizados, robotizados o inteligentes (llámense como mejor convenga) es una consecuencia más del avance tecnológico y un claro signo de que la tecnología en torno al coche eléctrico avanza sin pausa. No obstante, a día de hoy esta tecnología no es la prioridad si lo que queremos es mejorar la experiencia de recarga de un coche eléctrico (y, por tanto, mejorar la experiencia general de poseer un vehículo de este tipo).
Antes de los cargadores automatizados, es prioritario crear una infraestructura sólida, estandarizada y eficaz que resuelva los problemas reales que existen a día de hoy. Esto se traduce en seguir aumentando los puntos de recarga operativos, mejorar la interoperabilidad (la comunicación e intercambio de datos entre coche y cargador), universalizar los métodos de pago en cargadores públicos u optimizar la gestión energética y la potencia de carga disponible.