Aún no se ha tomado una decisión definitiva, pero todo apunta a que los planes de la Unión Europea están encaminados hacia la imposición de aranceles a la importación de coches eléctricos chinos. Todo comenzó a sonar hace unos meses, cuando a finales del pasado 2023, la Unión Europea inició una investigación sobre la supuesta financiación de estas marcas por parte del propio Gobierno de China y el apoyo para alcanzar la expansión de estas compañías hacia el Viejo Continente.
Concretamente, según estiman los datos, estas firmas orientales contarían con una ventaja competitiva frente a la industria europea de alrededor del 30%. Un porcentaje que ya estudian desde la Unión Europea que se impondrá en forma de impuesto arancelario más pronto que tarde a las compañías que quieran traer sus coches hacia Europa.
Son muchos los directivos de marcas automovilísticas que se han opuesto en firme a la imposición de estos, tales Ola Kallenius de Mercedes-Benz, Oliver Zipse de BMW o Thomas Schäfer de Volkswagen. Ahora, a este grupo, también se une Herbert Diess, quien fuera CEO del Grupo Volkswagen hasta hace algo más de un año.
Herbert Diess se pone a favor de la industria china
Ha sido durante una conferencia organizada por BloombergNEF y celebrada en Múnich, donde el ex directivo del conglomerado automovilístico ha dado a conocer su punto de vista, el cual ha sido recogido por Automotive News Europe: “China ha logrado reducir radicalmente el lcoste de la energía solar y las baterías y ya está sufriendo los obstáculos comerciales impuestos por Estados Unidos. Si este conflicto se sale de control y llega demasiado lejos, el mundo entero sufrirá mucho”.
Diess apunta a que si las compañías productoras, no sólo de coches eléctricos, sino también de chips o semiconductores son traídas hacia Europa, estos componentes “duplicarán su precio en el mercado”. El directivo sabe bien de lo que habla, ya que después de su salida del Grupo Volkswagen se ha hecho con la presidencia de Infineon Technologies, una compañía especializada en la fabricación de chips.
Sin embargo, la amenaza de aranceles o cualquier otro tipo de impuesto no sólo llega por parte de Europa hacia China, sino también al contrario. Desde la capital oriental están decididos a contraatacar al Viejo Continente con aranceles sobre una variedad de productos exportados a China, entre los que se incluyen los vehículos eléctricos.
Esto provocará serios problemas para ciertas compañías europeas, ya que su precio de partida en el país asiático se podría ver incrementado significativamente, lo que derivará en unas destacadas pérdidas en las ventas.
“El mundo debería estar muy feliz de que China haya invertido tanto en tecnología de energía renovable, incluidas las células solares, en los últimos años. No creo que ningún otro país hubiera podido extenderlo tanto y por tan poco dinero en tantos territorios. Imponer aranceles al avance frenará la sostenibilidad ecológica”, concluyó el directivo en su intervención.
Recordemos que la Unión Europea está trabajando ya en un posible borrador sobre esta más que probable imposición. Sobre la definitiva decisión, se estima que el gobierno europeo desvele sus planes a partir del próximo día 9 de junio.
