Hace algo más de un año que comenzaron a sonar los rumores sobre la llegada del 'pasaporte de batería' en la Unión Europea en los próximos años. Al parecer, esta iniciativa ha tenido un importante éxito entre los fabricantes, que se han unido en pos de la adopción de este sistema junto a empresas de componentes de todos los niveles. Entre las marcas más conocidas que han dado el sí a este documento están Stellantis, BMW, Mazda o General Motors, entre otros.
En total, más de 120 empresas se han unido para comenzar a promover la implantación del pasaporte de batería en el que se incluirán los datos principales de este componente fundamental en el sector automotriz eléctrico y que permitirá a autoridades y propietarios rastrear el historial que ha tenido la vida de dicha batería.
Este quedará implantado oficialmente a partir del año 2026 en toda la Unión Europea, que lo exigirá en forma de documento digital vinculado a cada batería. En el mismo se presentará el origen de todos los materiales que la forman, su porcentaje de materiales reciclados y la cantidad de emisiones de dióxido de carbono asociada. Tal ha sido la buena acogida que ha tenido esta iniciativa que otros mercados punteros del mundo, como Estados Unidos o La India ya plantean la adopción de un sistema muy similar a este.
Las principales compañías que compondrán el grupo post-pasaporte o, como ellas se han auto nombrado, Mobility Opel Blockchain Initiative (MOBI), han llevado a cabo la redacción de los estándares de esta particular legislación. Entre sus objetivos está que cada batería tenga asignado un número identificativo único e intransferible.
Entre las oportunidades que brinda este documento, está el rastreo de la producción de cada celda de la batería para calcular la huella de carbono de forma individualizada. Además, desde Nikkei Asia puntualizan que ya están trabajando en un sistema que informe sobre el estado de la batería en tiempo real.
Pero, ¿qué pretende Europa concretamente con la implantación de este pasaporte? El Parlamento Europeo cree que la introducción del pasaporte de batería permitirá un cumplimiento más estricto de los requisitos exigidos por la UE en los próximos años, entre los que se encuentra el reciclado de materiales de las baterías. Esto será algo sustancial, ya que el pasado 2022 el 60% de la demanda total del litio mundial se destinó al sector de los vehículos eléctricos. De cara a los años venideros se espera que esta cifra se multiplique notablemente, al igual que sucede con otros elementos, por lo que la reutilización de los mismos será algo fundamental.
Como ya hemos mencionado, en otros puntos del globo también se está planteando la adopción de un mecanismo similar. Como competencia del grupo MOBI se ha creado igualmente un consorcio parecido llamado Catena-X, en el que ya están involucrados importantes compañías como Volkswagen o Siemens. En los próximos meses se podrá ver la evolución que sigue este sistema en Europa, donde se implantará por primera vez, para, posteriormente, hacer lo propio en otros mercados internacionales.