Las marcas de coches eléctricos de origen chino quieren hacer que Europa sea su segundo mercado con más potencial, después del suyo propio. Tanto es así que en los últimos años han llegado con unos vehículos cero emisiones muy potenciales en términos tecnológicos, de diseño y también de dinámica, pero su punto fuerte más mirado es el precio por el que estos se venden.
Esto ha provocado que muchas marcas históricas europeas enciendan sus alarmas y busquen desarrollar sus propios modelos asequibles. En esta estrategia también juega un importante papel el depender menos del mercado oriental, tanto en la compra de materias primas como en la construcción de baterías.
Para ello, Stellantis y Mercedes-Benz han conseguido recaudar entre sus inversores casi 4.400 millones de euros para construir nuevas gigafactorías en Europa en los próximos años. A priori se espera que sean cuatro las plantas que se levantarán para la producción de baterías para coches eléctricos.
Mercedes-Benz y Stellantis levantarán cuatro gigafactorías en Europa
Pese a lo elevado de esta cifra económica, lo cierto es que ambas, junto a Total Energies, esperan alcanzar una recaudación total de 7.000 millones de euros a lo largo de los próximos meses. Esto supondrá una de las mayores aportaciones económicas realizadas para el sector europeo y la mayor operación de recaudación de fondos de deuda jamás realizada en este entorno.
Este montante económico irá a parar directamente a ACC, la empresa conjunta que poseen las tres compañías y que, a día de hoy, ya produce baterías de iones de litio en Billy-Berclau, al norte de Francia, en una gigafactoría que fue inaugurada el pasado año 2023. A esta planta se añadirán próximamente otras cuatro: una en Kaiserslautern, Alemania; otra en Francia, aunque sin ubicación concreta por ahora, y, finalmente, otras dos en Termoli, Italia. En total se crearán alrededor de 6.000 puestos de trabajo directos y otros muchos más de forma indirecta.
Algunos de los bancos que han financiado este proyecto son BNP Paribas, ING, Deutsche Bank e Intensa Sanpaolo. A estos se añadieron también los gobiernos de Francia y Alemania, que aportaron unos 1.300 millones de euros conjuntamente. Italia ha admitido que también espera invertir en el proyecto, aunque, por ahora, no se ha pronunciado en fechas o montante económico concreto.
Esto supondrá un gran paso para la iniciativa europea de depender cada vez menos de China. El país oriental produjo en 2022 unos 5,47 millones de coches eléctricos, una cuantía que supone más de la mitad de coches eléctricos en todo el mundo, según informan desde la propia Stellantis.
No obstante, esto sigue siendo uno de los primeros pasos para esta región, ya que esperan construir alrededor de 160 plantas para finales de la década dedicadas a la producción de coches eléctricos y baterías. Como referencia, en Europa se esperan levantar 36 en el mismo plazo de tiempo.
