Encontrar un coche eléctrico con buenas prestaciones y a buen precio hace tiempo que dejó de ser una quimera. Ya es una realidad. Los coches chinos tienen mucha parte de culpa, es cierto, y nuestro protagonista de hoy es un buen ejemplo.
Mientras a veces se sigue discutiendo sobre la famosa paridad de precios entre los coches de combustión y los eléctricos, lo cierto es que ya va siendo algo generalizado en cada vez más segmentos. Incluso en aquellos donde es más complicado, los segmentos más asequibles del mercado, como urbanos y compactos.
Entre los primeros todavía hay camino que recorrer, pero entre los compactos hay modelos como el BYD Dolphin que, incluso sin las ayudas, cuesta similar a un coche compacto con motor de combustión de potencia similar. Si tenemos en cuenta las ayudas para comprar un eléctrico, nos encontramos con un coche realmente interesante.
El BYD Dolphin tiene un precio de 35.690 euros para la versión Comfort, la más asequible de la gama. Financiando un mínimo de 3.000 euros (y 36 meses), la marca hace un descuento de 7.490 euros, quedándose en 28.200 euros. Aquí todavía no hemos entrado en las ayudas públicas, pero su precio ya es verdaderamente interesante.
Gracias a las campañas tanto de la marca como del concesionario, a los que se añaden los 1.210 euros de aportación del fabricante al Plan Moves III y los 4.500 euros del Plan Moves III, el BYD Dolphin puede reducir su precio final hasta los 22.490 euros. En caso de achatarrar un coche viejo, la ayuda asciende a 7.000 euros, dejando el Dolphin por 19.990 euros.
Uno de los rivales más claros y directos del Dolphin es el ID.3 de Volkswagen: son prácticamente un calco en tamaño, potencia y autonomía. Incluso el diseño, cada uno con su estilo, guarda muchas semejanzas en cuanto a proporciones. El modelo chino no tiene nada que envidiar al alemán; de hecho, el BYD tiene mejores acabados y transmite mayor sensación de calidad en ese sentido. Pero es más económico.
El Volkswagen ID.3 Pro cuesta 38.550 euros con idéntica potencia (204 caballos) y casi la misma autonomía homologada: 434 kilómetros, frente a los 427 del BYD. Con unas prestaciones prácticamente idénticas, unos acabados que son incluso mejores que los del Volkswagen y un tamaño y espacio interior muy similares, el modelo chino cuesta casi 3.000 euros menos (sin contar descuentos ni ayudas). Tres mil euros equivalen a muchas recargas como para no tener en cuenta esta diferencia.
Eso sí, para ser justos hay que decir que el ID.3 tiene un maletero de mayor capacidad (385 litros frente a los 345 del BYD). Pero la mayor diferencia entre ambos modelos está en la carga rápida: mientras que el BYD admite solamente 88 kW de potencia máxima de carga, que pueden resultar exasperantes hoy en día, el ID.3 Pro admite 165 kW y tarda casi la mitad que el Dolphin en hacer una carga rápida del 0 al 80 por ciento.
En cualquier caso, para sacar el máximo provecho económico de la electrificación, la mayoría de recargas tienen que ser en casa. Y lo que está claro es que cualquiera de los dos modelos son coches muy válidos para moverse en el día a día. Según los últimos datos de la DGT, en 2023 los turismos españoles recorrieron una media diaria de 31 kilómetros. Eso significa que los 427 kilómetros de autonomía del Dolphin son más que suficientes para la vida cotidiana. Suponiendo que hace unos 320-340 kilómetros de autonomía real, son prácticamente 10 días sin tener que cargar, si tenemos en cuenta la media diaria que recorren los españoles.
