Desde hace décadas, por no decir siglos, las mentes más ingeniosas han soñado con la conducción autónoma. Vehículos capaces de desplazarse por sí mismos sin la necesidad de que un ser humano los controle. Esta tecnología, que bien podría ser un sueño del mismísimo Isaac Asimov, está cada vez más cerca de materializarse. Las empresas pelean entre sí por ser las primeras en lanzar al mercado la ansiada conducción autónoma. Desde China, desde BYD, aseguran que pronto anunciarán importantes novedades, en el próximo mes de noviembre sin ir más lejos.
BYD y Tesla mantienen una guerra de cifras y tecnología. Las dos empresas son líderes en materia de vehículos eléctricos. Las matriculaciones van a la par y si bien los de Shenzhen prometen acabar el año como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, los de Austin no se rinden. La batalla final se dirimirá el próximo 31 de diciembre y todo el mundo da por hecho que será más ajustada que nunca. Es probable que haya un cambio de tendencia por primera vez en una década, pero en esta ocasión debemos centrarnos no en las matriculaciones y sí en la tecnología.
La conducción autónoma centra gran parte de los esfuerzos de las marcas
Los expertos y visionarios reconocen que la conducción autónoma es el futuro de la industria. Todas las marcas, sin excepción, están trabajando en el desarrollo de sistemas autopilotados que eliminan de la ecuación al ser humano. Nos convertiremos en simples pasajeros de nuestros propios coches. Al menos así lo anuncian desde los departamentos de ingeniería de las marcas. Tesla está especialmente centrada en la materia. Hace escasas dos semanas, Elon Musk presentó al mundo su concepto de movilidad autónoma con dos productos diferentes, el Cybercab y el Cybervan. Vehículos de transporte de pasajeros sin conductor.
Si bien el propio Musk aseguró que el Robotaxi estaría disponible a partir de 2026, ahora BYD asegura que está listo para lanzar su propio sistema de conducción inteligente. Es un paso importante para la marca, pues hasta ahora había confiado la tecnología en empresas terceras. DiPilot, la plataforma informática de BYD, se ofrecerá en varias configuraciones según la potencia de procesamiento disponible. El DiPilot 100, diseñado para sistemas con 100 TOPS (billones de operaciones por segundo) o menos, utilizará el chip Drive Orin N de Nvidia y el chip Journey 5 de Horizon Robotics. Para vehículos más capaces, el DiPilot 300 y el DiPilot 600 aprovecharán el chip Orin X de Nvidia, que ofrece hasta 508 TOPS de potencia de procesamiento.
En lengua vernácula: BYD lo tiene todo listo para sustituir sus actuales sistemas de asistencia a la conducción, fabricados por terceros, por los suyos propios. Obviamente, no estamos hablando de una conducción autónoma total, pero el cambio y la rápida evolución de los ingenieros chinos vaticina un desarrollo acelerado a partir de este primer paso. El lanzamiento inicial de los algoritmos internos de BYD se centrará en los modelos con un precio superior a los 200.000 yuanes, aproximadamente 25.340 euros. En el futuro, en 2025, la empresa planea democratizar la tecnología con el objetivo de equipar a los modelos más baratos con sistemas con capacidades de conducción inteligente de alto nivel.
