A pesar de seguir liderando el mercado eléctrico mundial, Tesla no está en el mejor de sus momentos. La empresa de Elon Musk atraviesa una etapa complicada que, según JP Morgan, está lejos de terminar. De hecho, analistas especializados concluyen que el precio de las acciones seguirá cayendo mucho más a pesar del ligero repunte sufrido a finales de la semana pasada. En lo que llevamos de año los títulos han perdido un 34% de su valor, casi un 50% desde que alcanzaron su pico máximo el pasado 18 de diciembre. Las estimaciones indican que el precio podría recortarse a la mitad.
Las últimas decisiones, actuaciones y declaraciones de Elon Musk no han tenido la repercusión que el magnate esperaba. Su introducción en la política americana de la mano de Donald Trump no ha supuesto el revulsivo, al menos por ahora, que esperaba. Durante el último año el protagonismo de Trump como líder político ha ido en aumento. Desde las cada vez más numerosas participaciones en actos políticos hasta las más variopintas declaraciones vertidas a través de X. Musk tiene un puesto dentro de la administración Trump como encargado de recortar el presupuesto y aumentar la productividad. Su especialidad.

En Estados Unidos no hay término medio, o lo amas o lo odias
El problema es que el nuevo rumbo político no ha sentado muy bien a los clientes habituales de un Tesla. Por todo Estados Unidos ha comenzado una campaña pública de desprestigio hacia la que no hace mucho fue una de las marcas más queridas por los americanos. Como suele ser habitual en Estados Unidos, todo es blanco o negro sin posibilidad de grises. O lo amas o lo odias. Hoy Tesla y Elon Musk viven una marcada etapa de desamor. A pesar de que la compañía sigue fabricando algunos de los mejores coches eléctricos del mundo, la imagen de su CEO está dañando seriamente a la empresa. Las ventas han caído a pesar de la renovación de su coche insignia.
El Tesla Model Y, el más vendido de todos, se ha actualizado. Las entregas ya se están produciendo en muchos países, entre ellos China y España. Se esperaba que su renovación iba a ser un empujón para la imagen de la compañía, pero el efecto no se está haciendo notar. Por todo el mundo llegan noticias negativas y la respuesta de las bolsas de todo el mundo no se ha hecho esperar. JP Morgan estima que el valor de las acciones seguirá cayendo durante los próximos meses hasta coquetear con los 120 dólares por acción. El problema no es solo Musk. No se espera que la empresa cumpla con sus objetivos de ventas.

Tesla esperaba vender alrededor de 440.000 unidades en el primer trimestre, pero en JP Morgan consideran que la cifra será un 20% inferior, en torno a 355.000 matriculaciones. Es un recorte significativo para una empresa que ha acostumbrado a sus inversores a superar las expectativas. Elon Musk está intentando frenar la sangría. La semana pasada organizó con Donald Trump un acto en la Casa Blanca. El empresario hizo entrega de varios Tesla al presidente como intento de fortalecer la imagen de la compañía. Mientras tanto, China sigue su ascenso imparable. Marcas como BYD pronto, si es que no lo han hecho ya, superarán a los americanos. Será muy difícil darles caza.