La CNAE o Confederación Nacional de Autoescuelas ha vuelta a la carga contra el sistema de exámenes de conducir que hay en España, principalmente por la falta de personal. Este motivo, impide a las autoescuelas operar con normalidad y retrasa el tiempo que necesitan los aspirantes a conductores para realizar los exámenes correspondientes.
Aunque la carencia de personal es algo que CNAE asegura que ocurre durante todo el año, es con la llegada de los períodos vacacionales, como en Navidad, verano o Semana Santa, cuando todo se complica aún más. El funcionariado disponible para las gestiones de los exámenes de Tráfico es todavía menor y no hay nadie cubriendo los días libres de los correspondientes puestos de las jefaturas. Como esas épocas coinciden con las que muchos aspirantes a conductores aprovechan para obtener la licencia de conducir, el resultado es que las administraciones acaban desbordadas debido a la alta demanda que les llega de las autoescuelas.
La representación de las autoescuela en España volvió a recordar la pasada Navidad que estos hechos se repiten desde hace años, sin medidas suficientes para acabar con este problema. Además, señalan que los fallos y la mala gestión del sistema atacan directamente a la enseñanza y a la seguridad vial en las carreteras de nuestro país. El colapso y el déficit de empleados se acumula desde 2017, cuando se llevaron a cabo huelgas para intentar revertir la situación.
El caos existente se puede ejemplificar con la situación de Ibiza, donde no se puede obtener cita en algunos casos hasta el 25 de enero. Además, los exámenes de destreza en pista relativas a ciertos vehículos, están paralizadas desde el pasado 21 de diciembre. Como hacen falta dos examinadores, no podrán seguir con el trabajo habitual en la isla hasta que se solvente dicha situación.
El colapso también afecta gravemente a otros puntos del país, como en Guipuzkoa, donde el plazo para obtener el permiso de conducir se puede extender hasta los seis meses. Esto se achaca desde las autoescuelas afectadas a que el número de examinadores que tenían disponibles pasaron de doce a seis en septiembre. El problema ya afecta a más de 4.300 alumnos, que incluso están empezando a cambiar de comunidad autónoma para agilizar el proceso.
En Madrid, por su parte, se calcula que se necesitaría aproximadamente un 15% más de personal para cubrir la demanda de todo el año, una cifra que tendría que ser todavía mayor en Cataluña, donde el problema de la falta de examinadores es todavía peor y sin que nadie tenga previsto hacer nada al respecto.
Para las autoescuelas de todo el país también hay otros problemas, como que los alumnos se niegan a dar más clases como consecuencia de la espera por los retrasos. Otra de las soluciones que plantean las escuelas de conductores es que se amplíen los exámenes de conducir a horarios de tarde para reducir las grandes listas de espera que acumulan en épocas puntuales.