Rick Ross es uno de los raperos estadounidenses de mayor éxito y su gusto por los coches es tan fuerte como enorme es su fortuna. A pesar de lo que pueda parecer por el título, no está en contra de los coches eléctricos, pero no ha tenido nunca un Tesla por motivos que tienen más que ver con su desconfianza hacia la ciberseguridad y hacia las autoridades.
El rapero no está preocupado por los vehículos de Tesla ni por los coches eléctricos como tal, sino por la tecnología actual y la posibilidad de que sea pirateada. "No voy a decir que nunca tendré un coche inteligente, pero nunca he viajado en un Tesla", dijo Ross en su perfil de Instagram. "Y la razón es que siempre he temido que el Gobierno pudiera intervenir el cerebro del coche".
La preocupación de Ross, que humildemente se hace llamar en Instagram "richforever" (en castellano, Rico para siempre), es que los coches inteligentes como los de Tesla puedan ser hackeados y no por piratas con intenciones delictivas (que también es una posibilidad, aunque remota), sino por las autoridades policiales o, incluso, por la Administración.
En unas declaraciones recientes, exponía un escenario hipotético en el que un agente de policía puidese controlar un Tesla. En dicho escenario, especulaba con la posiblidad de que, al salir de un restaurante, un policía pudiese pedirle a su coche que le trajese par interrogarlo: "¿Dónde está Rick? Está allí. Tráelo para interrogarlo", bromeaba Ross fingiendo ser un agente. En otras palabras, Ross cree que la policía podría tomar el control del vehículo de manera remota y acercarlo hasta una ubicación determinada, procediendo al interrogatorio o registro.
Es quizá un motivo hilarante para la mayoría de los ciudadanos, pero no tan estrambótico para un rapero con algunos antecedentes. Rick Ross ha sido arrestado en varias ocasiones por posesión de armas y marihuana, aunque nunca ha pisado la cárcel. No al menos como prisionero, pues trabajó como policía carcelario antes de vivir de la música y saltar a la fama.
También añadió que podía imaginarse la situación en la que un Tesla se embargara a sí mismo si su propietario dejara de pagar una cuota del vehículo. En esta hipotética situación, el vehículo podría dejar de funcionar o incluso volver de manera autónoma a la tienda Tesla. Teniendo en cuenta la inmensa fortuna de Ross, estimada en unos 50 millones de euros, suponemos que esta segunda hipótesis no le quitará tanto el sueño.
¿Son descabelladas las elucubraciones de Ross? Lo cierto es que, aunque se han encontrado fallos de seguridad en algunos coches a lo largo de los años, hasta ahora no ha sido posible conducir ningún vehículo a distancia de la manera en que plantea Ross. El año pasado, de hecho, un experto en ciberseguridad, David Colombo, consiguió acceder a 25 vehículos de Tesla tras identificar un fallo en la herramienta TeslaMate. Colombo afirmó entonces que había podido entrar a distancia en múltiples funciones del Tesla, como el desbloqueo de puertas y ventanas, encender el equipo de música, tocar el claxon o saber la ubicación del coche. Pero también aseguró que no creía que fuera posible mover el vehículo a distancia. El joven, de sólo 19 años, no hizo público este fallo de seguridad hasta que Tesla lo hubo solucionado. No obstante, y aunque la ciberseguridad tiene prioridad total para los fabricantes, pocos sistemas son invulnerables para los delincuentes.