El Gobierno del Reino Unido ha anunciado oficialmente que, a partir de enero, los fabricantes de automóviles deberán garantizar que, al menos, el 22% de los vehículos vendidos sean de cero emisiones, de lo contrario tendrán que afrontar multas. Este porcentaje se irá incrementando progresivamente hasta alcanzar el 100% en 2035.
Aunque anteriormente se había pospuesto la prohibición de vehículos con motores de combustión interna (ICE) hasta 2035, el Ejecutivo británico ha decidido mantener sus objetivos previamente establecidos en relación con los vehículos eléctricos. Este cambio en la fecha de la prohibición no afectará significativamente a la industria automotriz.
Cada año se definirá un objetivo específico en función del porcentaje del total de ventas anuales de vehículos que deben ser de cero emisiones. Además del mencionado 22% para automóviles, se ha establecido un objetivo del 10% para furgonetas. Estas cuotas aumentarán al 80% para automóviles y al 70% para furgonetas nuevas en 2030.
Los fabricantes que no cumplan con estos objetivos tienen dos opciones: pagar una multa o comprar “permisos ZEV” a otros fabricantes que superen sus metas. El costo de estos permisos será de 15.000 libras para automóviles. Para las furgonetas, la multa se ha reducido a 9.000 libras en 2024, pero aumentará a 18.000 libras en los años siguientes mientras la regulación esté vigente. El Gobierno argumenta que estas medidas ofrecen flexibilidad a los fabricantes, permitiéndoles acumular créditos en años en que superen las metas.
El secretario de Transporte, Mark Harper, ha señalado que este mandato proporciona certeza a los fabricantes y beneficia a los conductores al ofrecer más opciones de vehículos. Además, ayudará a impulsar la economía al crear empleos especializados.
Tras el reciente anuncio del primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, sobre el aplazamiento de la prohibición de modelos términos no híbridos hasta 2035, varios fabricantes expresaron preocupación ante la incertidumbre que plantean estas declaraciones. Mike Hawes, CEO del grupo Society of Motor Manufacturers and Traders (SMMT), destacó la importancia de que los fabricantes tengan claridad sobre las expectativas de ventas para los próximos años.
Sin embargo, Hawes también indicó la necesidad de incentivos para que los coches eléctricos sean más atractivos para los consumidores. El Ejecutivo espera que, al posponer la prohibición de ventas de vehículos ICE y mantener el mandato ZEV, el mercado de usados también continúe creciendo, ofreciendo opciones más asequibles para los conductores.