Se hizo de rogar, pero el taxi autónomo de Tesla se presentó por fin la semana pasada. Quizá por los retrasos, quizá por los escasos detalles que dio la compañía sobre este producto, lo cierto es que no fue bien recibido por los inversores. Las acciones de Tesla han caído con fuerza en Wall Street, perdiendo más de lo que valen muchas empresas del Ibex 35 español.
Todas las miradas estaban puestas en Tesla y su esperadísimo taxi autónomo, el Tesla Cybercab. Los inversores, cómo no, esperaban ansiosos conocer por fin este nuevo vehículo, pero no ha sido del todo bien recibido.
Después de presentar el Cybercab, el Robovan y unos robots humanoides con inteligencia artificial, las acciones de Tesla cayeron más del 8% en la sesión del viernes. En apenas 24 horas, Tesla perdió más capitalización bursátil de lo que vale Iberdrola al completo, por poner un ejemplo.
Al cierre de la sesión del pasado 10 de octubre, antes de la presentación de estos tres nuevos productos, Tesla tenía una capitalización bursátil de 762.780 millones de dólares. La décima empresa más grande de Estados Unidos por capitalización.
Tras la sesión del viernes, con las acciones de Tesla cayendo a 220 dólares, en el momento de publicar este artículo Tesla vale en bolsa 691.560 millones de dólares. Esto significa perder el equivalente a 71.220 millones de dólares en capitalización de mercado.
Para ponerlo en contexto, esa suma representa más que el valor bursátil de Ford (43.000 millones), BMW (48.200 millones de euros) o General Motors (54.000 millones). Otra comparación: de todas las empresas que cotizan en el IBEX 35, solamente Inditex tiene una capitalización bursátil mayor que lo que ha perdido Tesla desde que presentó el Cybercab.
¿En qué ha fallado Tesla con su taxi autónomo?
El taxi autónomo de Tesla apareció en escena e incluso Elon Musk se marchó del escenario en él, por supuesto sin preocuparse por la conducción. Para eso es un coche autónomo. Según Musk, Tesla empezará a fabricar este vehículo en 2026 y tendrá un precio de unos 30.000 dólares, una tarifa ajustada dada la tecnología embarcada.
Sin embargo, más allá de estas declaraciones, se echaron en falta más detalles sobre el vehículo. También ha generado dudas sobre su homologación para circular en vías públicas, que algunos ven difícil e incluso imposible. En definitva, a Tesla le faltó dar más información, entrar en el fondo de la cuestión e ir más allá de organizar un (muy) llamativo evento. Y sobre todo, responder a una pregunta sin respuesta actualmente.
Y es que Tesla sorprendió a todo el mundo diciendo que venderá su coche autónomo a clientes particulares. No será un servicio de taxi operado por Tesla, al estilo de Waymo, sino un vehículo para gente particular que quiera un coche que lo lleve de aquí para allá sin tener que conducir. Pero hay un pequeño problema y es que, hoy en día, las leyes no permiten la circulación de vehículos totalmente autónomos por ningún sitio. Y Tesla no ha dicho palabra sobre cómo pretende abordar este problema, ni ha hablado sobre futuros desarrollos regulatorios.
