Renault directamente ha dicho ‘adiós’ al desarrollo de un nuevo turismo eléctrico con tecnología autónoma de alto nivel (a partir de un Nivel 3). Alternativamente aprovecharán sus conocimientos en la materia y elementos ya trabajados y los incorporarán en sus nuevos vehículos dedicados al transporte público en grandes ciudades, comenzando por un pequeño ‘Robobus’.
Aunque a día de hoy, la firma francesa ya incorpora importantes y avanzados sistemas de ayuda y apoyo a la conducción, lo cierto es que la conducción autónoma como tal es algo aún muy difícil de alcanzar y, más aún, de adoptar en la vida cotidiana. Tanto es así que, en su comunicado, Renault ha afirmado que “un mayor desarrollo en esta área es poco probable por el momento, dadas las regulaciones actuales, las expectativas de los clientes y el costo de la compleja tecnología”.
Para Renault, las funciones que ya incorporan sus turismos en términos de asistencias como el control de crucero adaptativo, mantenimiento del carril o en adelantamientos, son más que suficientes ya que “ayudan a hacer nuestros vehículos más seguros y agradables de conducir”. Estos cuentan con un Nivel 2 o un Nivel 2 con funciones adicionales.
El Nivel 3 aún no ha sido alcanzado por los vehículos de la marca, ya que “existe una brecha de complejidad tecnológica significativa”. Uno de los sistemas más difíciles de implementar es que estos vehículos sean seguros en entornos caóticos, como las grandes ciudades. “La innovación sólo tiene sentido si es compartida, económicamente accesible y realmente útil para el mayor número posible de personas”.
De forma paralela, desde la marca francesa han admitido que la integración de esta novedosa tecnología haría que el desarrollo y fabricación (y por ende, la venta) de sus coches eléctricos fuesen significativamente más caros que sus homólogos de tecnología más ‘popular’.
Bajo este pretexto, Renault ha cambiado de tercio y está dando prioridad a la incorporación de la tecnología existente sobre sus vehículos de transporte público. Concretamente, su primer modelo en incorporar este Nivel 3 de autonomía podría ser un ‘mini-Robobus’ basado en la actual Renault Master.
Desde la compañía afirman que este minibús autónomo es capaz de operar durante “24 horas al día, 7 días a la semana con total seguridad”, aunque no han explicado cómo funcionaría en cuanto a recargas, por ejemplo. De esta manera proporciona “una alternativa cero emisiones o un complemento eficiente a las soluciones existentes”.
De igual forma, tal y como hemos mencionado anteriormente, este vehículo podría ser más caro en cuanto a desarrollo y fabricación, pero sería un gasto adicional que se podría compensar con la particularidad de prescindir de un conductor; es decir, necesitaría una fuerza laboral más pequeña, lo que hará que a la larga los gastos se compensen.
Para el desarrollo de este vehículo, Renault ha firmado un acuerdo de colaboración con WeRide, una empresa tecnológica en la que ya habían invertido previamente. A día de hoy, esta empresa posee unos 700 vehículos autónomos en funcionamiento en todo el mundo, los cuales acumulan un total de 27 millones de kilómetros. La primera prueba en entorno real para este ‘Robobús’ se llevará a cabo durante el Open de París de tenis, a finales del presente mes de mayo.
“El Grupo Renault está avanzando para implementar su estrategia de vehículos autónomos. Como resultado, gracias a nuestros experimentos y a nuestros socios, los mejores en sus campos, estaremos en condiciones de proponer, mucho antes del final de esta década, una gama muy relevante de minibuses autónomos para satisfacer las crecientes necesidades de las regiones”, puntualizó Gilles Le Borgne, director de Tecnología de Renault, en su intervención.
