Japón se ha convertido en una de las potencias en llevar a cabo su propia carrera espacial y, sin duda alguna, está sorprendiendo por las tácticas que está usando para lanzar misiones menos contaminantes. El último ensayo tiene como objetivo el uso de combustible ecológico, el cual deriva directamente de excrementos de vaca: son las heces de cabezas de ganado bovino las que permitirán despegar a su proyecto de cohete. Se trata de una revolucionaria propuesta que puede cambiar el futuro de la ingeniería aeroespacial para siempre.
Japón apuesta por el uso de combustible ecológico consistente en excrementos de vaca
El uso del estiércol como fuente de energía renovable no es nuevo, pero nunca había sido utilizado en el campo de la investigación aeroespacial. La disposición de 900 cabezas de ganado puede llegar a producir hasta 40 toneladas de residuos cada día, por lo que no es extraño que esta investigación se haya convertido en el mejor escaparate para poner en práctica este combustible ecológico. Desde hace un tiempo, empresas del sector han realizado esfuerzos para conseguir este tipo de carburante, habiendo sido Interstellar Technologies la primera en conseguirlo.
Para ello, la materia prima se consigue a través de un acuerdo de asociación con dos empresas productoras de leche de vaca. El objetivo es la obtención de los residuos para su posterior tratamiento y consecución de este tipo de combustible. Fuentes internas de la compañía quieren poner en valor el desarrollo de proyectos aeroespaciales mediante esta tecnología debido a la carencia de recursos fósiles que hay en Japón. Esta propuesta permite ganar competitividad a un país claramente dependiente de recursos naturales, tales como el petróleo.
Air Water es la otra empresa que está interviniendo en este proyecto y que, además, cuenta con la experiencia de introducir el biometano en sistemas de calefacción de inmuebles y como medio de propulsión camiones y barcos. La colaboración entre estas compañías tiene como objetivo el desarrollo y su de su primer cohete impulsado mediante una fuente de energía alejada de los recursos fósiles.
En Hokkaido, Japón, ya ha tenido lugar la primera prueba de fuego, habiendo resultado ser un éxito por lo que el próximo paso consistirá en la realización de un despegue real mediante una plataforma de lanzamiento. La cámara de combustión ya ha sido diseñada y producida con de manera satisfactoria, por lo que solo debe completarse la fabricación del resto de la estructura del cohete para poder plantear una fecha para el despegue.