Todo apunta a que el mayor fabricante de baterías del mundo lo seguirá siendo un poco más. Durante los últimos cinco años, CATL se ha posicionado en el productor de baterías más grande del mundo. Los chinos siguen tirando del mercado, aunque para seguir en esa línea necesitan expandir sus operaciones a nuevos continentes. La fábrica de baterías de CATL en Alemania ya ha recibido el visto bueno de las autoridades para la producción de celdas de batería.
Como ya pasara con la Gigafactoría de Tesla en las inmediaciones de Berlín, la burocracia alemana ha sido uno de los mayores problemas a los que se ha enfrentado el proyecto de la primera fábrica de baterías de CATL fuera de China. Ahora, meses después, el fabricante ha recibido la segunda aprobación parcial para la puesta en marcha de la planta de Turingia, a pocos kilómetros de la localidad de Leipzig, en el centro del país.
La construcción de las instalaciones afronta su recta final completando la estructura interior y la instalación de las complicadas, fundamentales y caras maquinarias que son necesarias para la producción de baterías. Se espera que, de recibir todos los permisos a tiempo, la fábrica de CATL (Contemporary Amperex Technology Co Limited), empiece la producción en masa de celdas de baterías a lo largo del último trimestre de este mismo año.
Los chinos tienen ahora mismo muchos frentes abiertos en la industria. Son líderes por el mucho esfuerzo que ponen en la mejora de tecnologías y en la expansión de diferentes sistemas electrificados. Químicas NCM y LFP, baterías intercambiables, baterías de estado sólido y, por supuesto, baterías de litio son sus apuestas principales. La fábrica de Alemania no hace sino amplificar la capacidad productiva de una empresa que ya cuenta con la mayor fábrica de baterías del mundo, con una producción prevista de 120 GWh al año.
La factoría europea será mucho más comedida en sus cifras. Con una inversión total de 1.800 millones de euros, CATL tiene previsto alcanzar una producción de 14 GWh por año, aunque en su arranque no pasará de los 8 GWh. Para ello contará con la ayuda de 2.000 trabajadores que en fechas próximas ya empezarán a operar en una planta que consta de dos edificios. En el edificio G1 se ensamblarán los módulos, y en el G2 se producirán las células. La autorización recién firmada por las autoridades alemanas permite la producción en este segundo emplazamiento.
Por supuesto, todas las partes implicadas se muestran encantadas con este nuevo paso dado en el proyecto. En palabras de Matthias Zentgrad, presidente de CATL para Europa: "CATT (Contemporary Amperex Technology Thuringia GmbH) brinda un impulso fundamental para la transición energética que se necesita con urgencia, y nos complace ser la primera empresa en recibir la aprobación para fabricar baterías Made in Germany”.
