El mítico y añorado Citroën 2 CV se presentó en 1948 como un coche familiar y asequible. Ser barato es lo único que conecta a este veterano con el nuevo Ami, un cuadriciclo eléctrico "sans permis" (que no necesita licencia de conducción) en el que se reduce los detalles de diseño a la utilidad sin hacer ninguna concesión a la emotividad. El diseñador Jean-Louis Bui piensa, probablemente, que estos dos vehículos pueden tener más en común de lo que parece y por eso ha creado, por ahora solo en su imaginación y en un ordenador, La 2 Deuche Concept.
La representación de Bui presenta una mezcla interesante entre estos dos vehículos de Citroën. En el caso de La 2 Deuche, se trata de un biplaza eléctrico que no requiere carnet de conducir, al igual que el Ami, y que luce el aspecto del icónico coche de la posguerra. Incluso el nombre es un tributo al 2 CV: "Deuche" puede sonar bastante raro en otros idiomas, pero en realidad es un apodo cariñoso para el "Deux Chevaux", o el 2 CV, en francés.
Por ahora, Citroën no ha dado el paso para devolver la vida a algunos de sus diseños míticos y nostálgicos, una estrategia por la que sí ha optado otro gran fabricante francés, Renault, con los futuros R5 y R4 eléctricos. El éxito del Fiat 500-e, la expectativa creada por el Volkswagen ID. Buzz o la respuesta de los más nostálgicos al Peugeot e-Legend, inspirado en el 504 Coupé y presentado en el Salón del Automóvil de París en 2018 solo como un ejercicio de diseño, muestran que revivir modelos antiguos es señal de éxito. Por ahora, si bien Citroën tiene un patrimonio automovilístico que le permitiría hacer esto, se limitó a crear los modelos DS que evocaban al antiguo "Tiburón" y que finalmente se han convertido en una marca independiente.
Si algún día decidiera dar el paso, este diseño es uno de los que debería considerar. Su autor es Jean-Louis Bui, que trabaja como diseñador en Protostyle, una empresa francesa que se dedica principalmente al modelado de conceptos para otros fabricantes. Este no es su primer intento de rescatar modelos anteriores de Citroën ya que en su día ya hizo reinterpretaciones del DS y del SM.
Bui ha imaginado cómo se verían estos diminutos cuadriciclos eléctricos circulando por las calles de París, más concretamente por la avenida de los Campos Elíseos. Si bien la representación lo muestra allí, tampoco se vería mal en Montevideo, Buenos Aires, Oporto, Lisboa o cualquier otra ciudad donde el 2 CV alguna vez fue un vehículo muy popular. Para ser considerado un cuadriciclo, La 2 Deuche no debe superar ni los 3 metros de largo ni el 1,5 de ancho, lo que le da ese aspecto tan entrañable de un mini 2 CV.
Si Stellantis no está dispuesta a considerar esta posibilidad, seguro que existen varias pequeñas empresas de carrocería que podrían utilizar el Citroën Ami como plataforma para una reconversión que le llevaría 70 años atrás en la historia. Requeriría algunas inversiones, pero gracias a que el Ami no cuenta con una estructura unibody, la transformación sería un poco más sencilla. El chasis de acero con estructura espacial del Ami es más flexible y solo requeriría un diseñador con talento. Más complicado serían quizás los trámites para su legalización y homologación, para lo que sería necesario un equipo de abogados bastante capacitado.
Pero, puede que sea al contrario, y que a Stellantis le guste la idea o al menos ofrezca sus bendiciones a alguien dispuesto a darle vida. Eso sí, el resultado tendría que ser otro cuadriciclo asequible, como lo es en el que se basaría y como lo era el vehículo que lo inspira. Ese sería el mejor homenaje que podría ofrecer una auténtica La 2 Deuche.
La probabilidad de que el resultado genere un gran interés, mucha atención y una muy buena aceptación lo adelantan otras versiones conceptuales que han salido a la luz de un 2 CV eléctrico renacido. Es el caso del presentado por el artista digital Dejan Hristov o el del estudio estadounidense Larson Design.