Las marcas de coches, por definición, tienen como único propósito fabricar y vender coches. Entre el gran mercado mundial hay un fabricante que desde hace años lleva la voz cantante, Toyota. Los japoneses han sabido crear coches aptos para los cinco continentes que se han ganado una merecida fama internacional de fiabilidad y resistencia. Los términos globales de responsabilidad ambiental exigen a las marcas no sólo fabricar coches de la forma más respetuosa para el medio ambiente, sino también dar una segunda vida útil a algunos con componentes esenciales.
Como parte de ese plan de reciclaje, Toyota anuncia ahora el plan Toyota Circular Factory. Una estrategia que consiste en dar a los vehículos y a sus componentes una segunda vida una vez la primera haya llegado a su fin. De esta forma, Toyota quiere equilibrar su balanza de emisiones. Una materia cada vez más importante en Europa teniendo en cuenta la entrada en vigor de la nueva normativa relativa a la huella de carbono. Normativa que recientemente ha sufrido un retraso de tres años ante las quejas de los principales fabricantes. Muchos de ellos se tenían que enfrentar a cuantiosas multas exigidas desde Bruselas.

Inglaterra tendrá la primera planta de reciclaje de Toyota en Europa
Toyota divide su concepto de reciclaje de vehículos en tres áreas principales: piezas reutilizables, conjuntos remanufacturables y materias primas reciclables. Después de un procedimiento de prueba, las piezas reutilizables se devuelven al mercado a través de distribuidores o proveedores. Los componentes remanufacturados, como baterías y ruedas, se evalúan para determinar su potencial de rehabilitación, reutilización o reciclaje. Materias primas como cobre, aluminio, acero y plástico se reciclarán y luego se reutilizarán en la producción de vehículos.
Durante la primera etapa, Toyota prevé procesar alrededor de 10.000 vehículos por año. Según las estimaciones, se estima que se podrán recuperar 120.000 componentes, 300 toneladas de plástico de alta calidad y 8.200 toneladas de acero y otros materiales. Inglaterra, la planta donde se fabrica el Toyota Corolla, será la primera en recibir esta nueva factoría de reciclaje. Más adelante, sin fecha estimada, los japoneses esperan expandir las mismas actividades al resto de las factorías que tiene repartidas por el Viejo Continente. Un total de 8, que se encargan de la producción de vehículos como el Land Cruiser y los Yaris y Yaris Cross. Europa será la primera región del mundo en contar con estas fábricas de reciclaje.

La división europea de Toyota se ha comprometido a alcanzar la plena neutralidad de carbono para el año 2040, aunque espera que mucho antes sus propias instalaciones sean capaces de equilibrar las emisiones contaminantes, en 2030. En cuanto a oferta de productos, Toyota, al igual que el resto de los fabricantes presentes en el continente europeo tendrán que adaptar toda su flota a la movilidad eléctrica. Recientemente, Toyota ha dado grandes pasos en la materia tras haber sido acusada de no tomarse la electrificación demasiado en serio. En menos de un año los japoneses aumentarán su mercado eléctrico con la llegada del nuevo Urban Cruiser y el C-HR+.