Todos deseamos que el año que viene sea mejor que el 2020 que estamos cerca de terminar, aunque las consecuencias económicas, sociales y sanitarias serán palpables inevitablemente también el año próximo. Por si este año hubiera habido pocas malas noticias, me temo que traigo otra más: los coches nuevos subirá de precio a partir de 2021. A partir del 1 de enero entrará en vigor el nuevo cálculo para el Impuesto de matriculación de coches nuevos, en base al ciclo WLTP, y además el Gobierno se plantea establecer nuevos tramos impositivos. Todo ello afectará sobre todo a los vehículos más contaminantes, beneficiará (o no castigará) a los coches eléctricos pero, ¿cómo afectará a los coches híbridos?
Los coches híbridos (convencionales e híbridos enchufables) son actualmente el tipo de propulsión más vendida dentro de las llamadas "alternativas", entre las que se incluyen también los coches eléctricos y los de gas. En el acumulado entre enero y noviembre, los coches "alternativos" (insisto en las comillas pero es así su denominación más habitual entre organismos oficiales) ha alcanzado el 21 % de cuota de mercado, con 156.708 unidades matriculadas.
La inmensa mayoría son híbridos convencionales HEV (114.756 unidades). Coches que para muchos clientes son una solución ideal ya mantienen las ventajas del motor de combustión pero, al mismo tiempo, pueden circular en modo eléctrico en mayor o menor medida para reducir las emisiones. Una cifra de baja de emisiones tiene otra ventaja añadida que afecta directamente al bolsillo: cuando menos contamina el coche (teóricamente), menos se paga en el impuesto de matriculación.
El impuesto de matriculación pasa a calcularse sobre las emisiones de CO2 en ciclo WLTP
El impuesto de matriculación se calcula en base a las emisiones de CO2 homologadas del vehículo en cuestión, con el objetivo de favorecer la compra de vehículos menos contaminantes -o castigar en mayor medida a los más contaminantes, como prefieras verlo-. Uno de los grandes beneficiados en este sentido son los coches híbridos, que en muchos casos conseguían estar exentos de dicho impuesto por homologar menos de 120 g/km de CO2 con datos correlacionados a partir del NEDC. Existen cuatro tramos impositivos:
- 0 % para vehículos con emisiones menores o iguales a 120 g/km de CO2
- 4,75 % para vehículos con emisiones entre 121 y 159 g/km de CO2
- 9,75 % para vehículos con emisiones entre 160 y 199 g/km de CO2
- 14,75 % para vehículos con emisiones mayores o iguales a 200 g/km de CO2
Hasta ahora, se tenían en cuenta las emisiones correlacionadas en WLTP a partir del ciclo NEDC, pero a partir del 1 de enero de 2021, el impuesto de matriculación se calculará teniendo en cuenta las homologaciones bajo el ciclo WLTP, que como sabéis ofrece unos datos más cercanos a la realidad -aunque tampoco están exentos de polémica-.
Antes de echarte las manos a la cabeza, hay que decir que el Gobierno no ha subido el impuesto ahora (tampoco lo ha evitado); se trata de una prórroga aprobada por el Gobierno en 2018, ante la presión de los fabricantes, por la cual se retrasaba el cálculo del impuesto a partir de los datos WLTP. Después de dos años de moratoria, esta llega a su fin el próximo 1 de enero de 2021.
Un SUV híbrido como el Toyota RAV4 será unos 1500 euros más caro a partir de enero
¿Cómo se traduce esto en la práctica? Pues con una subida del precio en la buena parte de los coches de combustión, y también en algunos coches híbridos. Por ejemplo, un Toyota RAV4 Hybrid tiene unas emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 103 gramos por kilómetro bajo el ciclo NEDC correlacionado, por lo que hasta ahora estaba exento de pagar impuesto de matriculación. El mismo coche en el ciclo WLTP homologa 129 g/km, de manera que tendrá que pagar un 4,75 % de impuesto a partir del 1 del próximo 1 de enero. Teniendo en cuenta una base imponible (coste total sin IVA) de 30.537 euros, supone un incremento mínimo de 1450 euros en el precio final.
En la misma situación se encuentra el Honda CR-V híbrido: actualmente tampoco paga impuesto de matriculación (120 g/km NEDC), pero en base a los datos del WLTP (151 g/km) pasará a estar gravado con un 4,75 %. En su caso, hablamos de un incremento mínimo de casi 1400 euros.
Toyota RAV4 Hybrid.
En el Lexus UX 250h dependerá de la versión y nivel de equipamiento, pues sólo unas pocas igualan los 120 g/km de CO2. Y en el caso del Subaru Forester 2.0i Hybrid (microhíbrido) pasará de pagar un 4,75 % a un 9,75 %, lo que supone un aumento de unos 1300 euros.
No obstante, seguirá habiendo muchos modelos híbridos exentos del impuesto de matriculación. Es el caso, por ejemplo, del Kia Niro Híbrido, el nuevo Toyota Yaris, el Hyundai Kona híbrido, el Toyota C-HR, el nuevo Renault Clio E-Tech o el Toyota Corolla (en todas sus versiones excepto el Touring Sports 180H Advance), por mencionar algunos.
El precio podría incrementarse todavía más con la propuesta del Gobierno para la reforma del impuesto de matriculación
Este cambio en el impuesto de matriculación, con la correspondiente subida de precio en algunos modelos, no tiene vuelta atrás. Pero además, el Gobierno tiene sobre la mesa una reforma del impuesto de matriculación y del impuesto de vehículos de tracción mecánica (el de circulación) en el marco del Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030.
Con esta propuesta, la práctica totalidad de vehículos con un motor de combustión -sean híbridos o no- vería incrementarse su precio de nuevo, ya que los vehículos que emiten actualmente menos de 120 g/km de CO2 serían los más perjudicados. La citada reforma fiscal establece diez tramos impositivos:
- Emisiones 0 g/km: 0 %
- Emisiones de 1 a 49 g/km: 2,75 %
- Emisiones de 50 a 80 g/km: 4,75 %
- Emisiones de 81 a 120 g/km: 7 %
- Emisiones de 121 a 140 g/km: 9 %
- Emisiones de 141 a 160 g/km: 11 %
- Emisiones de 161 a 170 g/km: 12 %
- Emisiones de 171 a 190 g/km: 13 %
- Emisiones de 191 a 200 g/km: 14 %
- Emisiones de más de 200 g/km: 15 %
El tramos que hasta ahora exento se subdivide en tres: los vehículos con emisiones de 1 a 49 g/km de CO2 pasarían a estar gravados con el 2,75 %; de 50 a 80 g/km con el 4,75 %; y los vehículos que homologan entre 81 y 120 g/km (la mayoría de utilitarios y compactos híbridos) pasarían a pagar un 7 %. Solamente los eléctricos estarían exentos.
No obstante, aunque esta medida se ha puesto sobre la mesa, todavía no ha sido aprobada y de momento no tiene aplicación.