Cuando eres una compañía puntera en la industria del coche eléctrico, es normal que la competencia se fije en ti, y es lo que le ha ocurrido en muchas ocasiones a Tesla. Pero hay momentos es los que esta fijación acaba en los tribunales, como le ocurrió a Rivian, empresa norteamericana a la que los de Elon Musk acusaron de apropiación de tecnología.
La demanda de Tesla llegó hace unos cuatro años, y el motivo por el que tenía claro este 'robo' era que Rivian contrató a antiguos empleados de la primera, con el objetivo, supuestamente, de nutrirse de su tecnología de forma ilícita.
Las baterías de nueva generación estaban en el foco de la demanda
Así lo aseguraba Tesla en 2020, cuando presentaron su alegación, en la que hablaba de "robo de secretos comerciales", asegurando que la contratación de ex-empleados suyos tenía como intención final conseguir documentos confidenciales.
Unos meses después, la compañía liderada por Elon Musk aclaró más el asunto, indicando que lo que Rivian buscaba era información 'sensible' y de patentes relacionadas con las "baterías de próxima generación de Tesla".
De hecho, en las demandas se hacía especialmente alusión a dos personas en concreto, que eran el que fuera gerente del departamento de Environmental, Health, Safety & Security (EHS), así como otro ex-trabajador con el mismo cargo pero en el área de redes de carga de la marca.
Rivian, por su parte, siempre ha negado estos hechos, y en todo caso estaba dispuesto a llegar a un acuerdo para evitar que el asunto lo acabara resolviendo un juez.
Rivian habría acabado cediendo
Aunque durante este tiempo parecía que no se llegaría a un entendimiento común, pues la demanda se había trasladado ya a los tribunales norteamericanos, lo cierto es que, hace poco, Tesla habría retirado los cargos tras conseguir llegar a un buen entendimiento con Rivian.
Si bien es cierto que ninguna de las partes ha querido hacer declaraciones respecto a las condiciones de este acuerdo, Rivian no lo habría tenido todo a su favor y habría acabado cediendo a las peticiones de Tesla, que, como hemos dicho, se desconocen.
Un importante apunte a tener en cuenta es que, aunque Tesla mantiene abierto el código de sus patentes, lo que hace que otras empresas puedan beneficiarse de su tecnología, la realidad es que la firma al frente de Elon Musk tiene todo el derecho a demandar a cualquiera que lo haga por violar los derechos de patente.