Tesla está en una posición tal que puede hacer lo que le dé la gana con el mercado. Elon Musk, a través de su conocido Plan Maestro, sabe que tiene el mundo eléctrico a sus pies. Con todos los rivales intentando darles caza, el 2022 cerró como el mejor año comercial para los de Austin, alcanzando una posición aún más favorable. Tras coronar un curso excelente, a principios de año anunciaron una drástica reducción en los precios de sus eléctricos más populares, lo que ha provocado un efecto rebote en los mercados. Muchas compañías ya están reduciendo sus tarifas, pero Volvo ha dicho que no. No le va a seguir el juego a la compañía americana, al menos por ahora.
Aunque parezca una jugada algo extraña por parte de la compañía sueca, Volvo y Tesla no son comparables en muchos sentidos. Sí, hay modelos que pueden equipararse en tamaño o en prestaciones, pero en lo que a acabados se refiere los de Gotemburgo están varios niveles por encima de los americanos. Volvo es y siempre ha estado considerada como una de las mejores marcas premium del mercado, al mismo nivel de las todopoderosas firmas alemanas como BMW, Mercedes o Audi. Por su parte, Tesla es una de las mejores marcas generalistas, pero no es capaz de acercarse a la calidad que exhiben los suecos.
Sin embargo, esta no es la excusa que ha esgrimido el máximo responsable de la compañía, Jim Rowan, a Reuters. En una entrevista con el medio internacional, el director de la empresa ha reconocido que en estos momentos no tienen necesidad de bajar los precios de sus coches eléctricos porque están contentos con la demanda de vehículos. Rowan admite que la cartera de pedidos está completa y que cada vez más clientes llaman a los concesionarios interesados por las últimas incorporaciones de la casa, principalmente el Volvo EX90 que se presentó hace ya unos meses y que pronto llegará a los mercados.
En realidad, las cifras avalan esta firme decisión de la compañía. Al cierre del año pasado, los datos demostraban que las ventas 100% eléctricas de Volvo habían crecido con respecto al año anterior. En el último tramo del curso, los vehículos a pilas representaron un 18% de sus ventas a nivel global, tres veces más que lo conseguido en el año 2021. "La demanda de nuestros vehículos eléctricos de batería es la más alta que jamás hayamos visto, la acumulación de pedidos también. No tenemos ninguna intención de reducir los precios". Firme y claro.
Si echamos un vistazo al mercado, vemos que cada marca opta por medidas diferentes ante la maniobra de Tesla. Muchas grandes compañías han decidido no aceptar el quite de los americanos y mantendrán sus tarifas. Volkswagen, KIA o Hyundai no retocarán ni un euro el precio de sus coches eléctricos. Ford tampoco seguirá la estela en Europa, aunque sí ha hecho cambios en las cifras del Mustang Mach-e en Estados Unidos. La situación es bastante extraña en estos momentos ya que la maniobra de Tesla puede afectar de forma secundaria a los proveedores. Estos temen que puedan verse obligados a reducir los precios, lo que supondría un problema económico para muchas de esas compañías.
Solo el tiempo dirá qué marcas aciertan y cuáles no ante el panorama económico que se avecina en la industria. Algunos expertos aseguran que, a pesar de que Tesla ha reducido los precios de sus eléctricos más populares, no se ha apreciado un incremento en la producción. El Grupo Geely, empresa matriz de Volvo, se mantiene a la espera para ver cómo reaccionan los clientes. No hay que olvidar que el conglomerado chino cuenta entre sus filas con 14 marcas internacionales y que su apuesta por el coche eléctrico es firme y decidida. También cuentan con otras compañías como Polestar, Lotus, Lynk & Co o Zeekr, entre otras.
