El todavía actual Volkswagen e-Golf eléctrico es un coche caro, bastante caro si lo comparamos con lo que cuesta una versión de combustión con potencia equivalente. Dependiendo del equipamiento elegido, el compacto eléctrico alemán cuesta entre 10.000 y 13.000 euros más que un Golf con motor de gasolina -alrededor de un 35% más-. El coche eléctrico es más caro y el nuevo Volkswagen ID.3 seguirá siendo más caro que un modelo equivalente de combustión, pero será mucho más barato de producir.
Según unas declaraciones de Herbert Diess (CEO de Volkswagen) a sus inversores, el Volkswagen ID.3 será un 40% más barato de fabricar que la versión eléctrica del Golf de séptima generación. Esta reducción de costes será una de las principales razones por las que Volkswagen confía en que su margen de beneficios no se verá afectado con la transición hacia la electrificación de sus modelos.
Para encontrar los culpables de esta reducción de costes, hay que buscar en la plataforma MEB y las baterías. La batería del ID.3 es fundamental para entender el ahorro de costes, además de ser un elemento de vital importancia ya que aporta rigidez al conjunto estructural. El hecho de ser una batería modular ofrece ventajas a nivel de diseño -las mismas celdas pueden aplicarse en el resto de los Volkswagen ID-, y permite una economía de escala que ahorra entre un 5 y un 10 por ciento en costes si la producción se lleva a cabo en una fábrica dedicada exclusivamente a coches eléctricos (como es el caso del ID.3).
A principios de este mes arrancó la producción del Volkswagen ID.3 en la fábrica de Zwickau, donde el fabricante alemán ha invertido 1.200 millones de euros para transformarla en una planta dedicada en exclusiva a fabricar coches eléctricos. Está previsto que la producción alcance los 100.000 coches el próximo año, pero irá en aumento en los años sucesivos. A partir de 2021, en Zwickau se fabricarán seis modelos de tres marcas del Grupo Volkswagen; para esa fecha se estima que habrá trabajando en dicha fábrica 8.000 empleados junto a 1.700 robots, y la producción anual de la fábrica debería alcanzar los 330.000 coches.
El Volkswagen ID.3 se venderá con tres baterías distintas: la versión de acceso tendrá una batería de 45 kWh, homologa 330 kilómetros de autonomía y costará 29.990 euros en Alemania. La versión intermedia equipará una batería de 58 kWh que permite hasta 420 kilómetros de autonomía y el tope de gama montará una batería de 77 kWh que homologa una autonomía de 550 kilómetros. Por su parte, el motor del Volkswagen ID.3 tiene 201 caballos y 310 Nm de par, pero todavía no conocemos cifras de prestaciones.