Adif ha puesto en marcha el proceso que permitirá la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos en 400 estaciones de tren, aprovechando la infraestructura eléctrica de su red, un modelo que ya ha patentado bajo la marca de 'Ferrolinera'.
La compañía pública dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abrirá en primer lugar el procedimiento de solicitud de análisis de viabilidad técnica a las empresas interesadas para, próximamente, llevar a cabo la licitación del arrendamiento de esos espacios.
El gestor de las infraestructuras ferroviarias justifica este nuevo modelo de negocio en que España solo cuenta con 5.200 puntos de recarga, con datos de 2018, con una penetración de tan solo 4,9 unidades cada 100 kilómetros de carretera, frente a los 28,3 puntos de recarga de media en la Unión Europea.
Además, el 40% se concentra en cuatro provincias y apenas el 5% de los puntos de recarga pública existentes en el país permite una carga de, al menos, 40 kilovatios (kW) -carga rápida-, así como que solo el 35% de la infraestructura de recarga de España es interurbana.
"Con esta iniciativa, Adif y Adif AV buscan contribuir a paliar uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la carga de vehículo eléctrico -la dificultad de su aplicación a la movilidad interurbana-, en una red de más de 9.700 kilómetros de líneas electrificadas y la propia red de estaciones de viajeros", argumenta la compañía.
Aprovecha la alta tensión de su red
Lo novedoso de este sistema es que permite la captación de energía eléctrica en alta tensión del sistema eléctrico ferroviario y su transformación a baja tensión, sin afectación al tráfico ferroviario, para la creación de puntos de recarga eléctrica abiertos al público que serán utilizados por los vehículos eléctricos.
Los promotores interesados deberán instalar en la estación correspondiente, al menos, un punto de recarga eléctrica rápida con dos conectores, con la finalidad de que se pueda efectuar una recarga rápida simultánea de dos vehículos eléctricos.
En una primera fase, Adif abrirá el proceso de solicitud de interés de los potenciales promotores en colocar cargadores en las estaciones que así lo consideren. Posteriormente, el administrador realizará un estudio de viabilidad para cada emplazamiento y, una vez concluya, se licitará el arrendamiento de espacios sobre los que efectuar el despliegue y la comercialización de puntos de recarga eléctrica.
Once años de explotación
La duración de la explotación de los puntos de recarga tendrá un plazo de once años a contar desde la fecha de la firma del contrato, teniendo en cuenta que se contempla un periodo de alrededor de un año para acometer las obras de adecuación de espacios e instalaciones. No obstante, podrá prorrogarse por un plazo no superior a la mitad del inicialmente contratado (5,5 años), previa solicitud.
El adjudicatario asumirá los costes de adaptación de las instalaciones e infraestructuras necesarias para conseguir el suministro de la energía eléctrica con la potencia acordada, que podrá oscilar entre un mínimo de 100 kw y un máximo de 500 kw, en función de las circunstancias técnicas analizadas en cada estación.
Adif también ha previsto la obligatoriedad de que el adjudicatario o gestor de los puntos de recarga incluya aplicaciones móviles y webs especializadas, así como que faciliten su reserva anticipada e información sobre el dispositivo.