La industria automovilística se encuentra en un proceso de evolución como no se ha dado en las últimas décadas. Actualmente, están presentes varias alternativas mecánicas en la práctica totalidad de marcas; principalmente híbridos, térmicos o eléctricos. Sin embargo, el panorama actual también está abriendo paso a otras variantes, como el hidrógeno, una fuente energética que convence a más de una compañía, como Toyota y, ahora también, a Ineos Automotive. Concretamente, la CEO de esta última, Lynn Calder, ha sido tajante en sus últimas declaraciones sobre presentar una firma 100% eléctrica a batería.
Calder ha hablado sobre esto durante la celebración de la llamada Conferencia Electrificada de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores (SMMT). Entre los objetivos de esta exposición está el reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 100% para el 2050, con respecto a los niveles del año 1999, según recogen desde el medio Autocar.
La compañía de todoterrenos actualmente cuenta sólo con alternativas térmicas en su catálogo. No obstante, ya hananunciado en numerosas ocasiones su plan de producir vehículos impulsados por un sistema de pila de combustible de hidrógeno, así como también una variante eléctrica a batería. Es precisamente por este plan de acción por el que Calder ha reconocido que su idea para el futuro de la automoción no pasa exclusivamente por coches eléctricos a batería.
“Creo que necesitamos un plan porque, en este momento, si simplemente decimos que los vehículos eléctricos son el camino a seguir y eso es todo lo que vamos a tener, existe el riesgo de que fracasemos y este riesgo va a ser costoso”, afirmó Calder en su intervención.
Este es un planteamiento que se alinea directamente con lo expuesto por Toyota de cara a los próximos años. Tanto es así que Agustín Martín, director de Toyota Reino Unido (anteriormente de Toyota España), ha dado la razón a Calder durante el mismo evento, asegurando que “la elección nunca puede ser mala”.
Contrariamente a todo estos argumentos se posicionó Richard Bruce, director de Descarbonización del Transporte en el Departamento de Transporte de Reino Unido. El responsable no se anduvo con rodeos y rechazó este planteamiento con el argumento de que “presentar más de una opción de combustible puede usarse como excusa para la inacción”.
Calder, por su parte, culminó su ronda de intervención justificando este movimiento por parte de la empresa al afirmar que, en su caso, cada variante y cada alternativa mecánica tiene un diferente enfoque de uso. Recalcó, además, que algunos de estos usos pueden derivar en una conducción en ubicaciones remotas, donde la infraestructura de carga de vehículos eléctricos es prácticamente inexistente; realizando trabajos duros o remolcando cargas pesadas, por lo que la opción del hidrógeno es una de las que más sentido presenta. No obstante, también subrayó la necesidad de crear más puntos de repostaje de este combustible, de lo contrario, tendría el mismo problema que los eléctricos convencionales a batería.