Citroën tiene clara la postura que debe seguir, tras haber logrado de forma exitosa lanzar un coche eléctrico, el Citroën ë-C3, a un precio realmente competente en un duro mercado en el que los fabricantes chinos están presionando con su política de bajo coste.
Ahora lo que tiene por delante es conseguirlo en modelos de automóviles más grandes, y todo el foco está puesto en el futuro Citroën C4, al que todavía le queda tiempo por llegar, dado que el restyling de la actual generación se pone a la venta en 2025.
Un futuro con el objetivo de reducir costes todo lo posible
Por tanto, quedan algunos años para que podamos ver el fruto de un trabajo que ya está empezando a proyectarse. La idea es que sean capaces de adaptar la plataforma Smart Car de Stellantis a modelos de un tamaño mayor al Citroën C3, en la que la estrenaron.
Y parece que es realmente factible, pues el CEO de Citroën, Thierry Koskas, aseguró a los medios que "no hay límites" en cuanto a las posibilidades de adaptación a coches más grandes.
Eso abriría la puerta a una mayor reducción de costes, pues la arquitectura está ajustada para que así sea, y además, Koskas recalcó que no es necesario que estos vehículos estén cargados de "tecnología innecesaria".
Por tanto, los modelos del segmento C, y ahí entraría la nueva generación del Citroën C4, podrían tomar prestada la citada plataforma, ya que el consejero delegado ha declarado que es "una dirección que nos gustaría explorar".
En Marruecos es más barato fabricar coches
Además, hay otra parte en la que los futuros desarrollos de la marca se parecerán a la forma de trabajar en el Citroën C3, en el que primero se fijó un coste de producción, para luego ir ajustando el presupuesto entre los distintos componentes.
Es decir, que, como comenta Thierry Koskas, "todo el mundo sabía cuánto tenía que gastar", y tenía como objetivo no pasar ese presupuesto. Y el CEO de Citroën sentencia además que hay que "volver a un producto bien equipado pero a la vez sencillo y esencial es algo que consideramos absolutamente necesario, porque la cantidad de dinero que la gente puede dedicar a un coche no aumenta como los precios de los coches".
Por otro lado, otra forma de reducir todavía más los costes sería trasladar la fabricación de la nueva generación del Citroën C4 (que llegaría en 2027) de España a Marruecos, una información de la que también nos hicimos eco hace unas semanas y que desde luego permitiría bajar las tarifas.