La transformación del sector automovilístico hacia la electromovilidad está provocando que la competitividad de las marcas se vea sometida a numerosos retos. Un escenario que sobre todo SEAT, y ahora también CUPRA, están sufriendo de primera mano. Las declaraciones de su CEO, Wayne Griffiths, ponen de relieve la problemática de los aranceles europeos y su impacto en el mercado, especialmente en un entorno en el que la innovación y la sostenibilidad son esenciales.
Griffiths, ha manifestado con claridad que los aranceles impuestos por la Unión Europea al CUPRA Tavascan, un modelo fabricado en China, “ponen en riesgo a CUPRA”. Estas palabras surgieron durante una mesa redonda con periodistas, en el marco de la presentación de los resultados de SEAT para el año 2024. Según Griffiths, la compañía obtuvo 522 millones de euros, cifra que supone una caída del 5% en comparación con periodos anteriores. Esta disminución se explica, por un lado, por la mejora sostenida de los resultados en los últimos años y, por otro, por la reducción en el uso de los créditos fiscales disponibles según la normativa fiscal española.

Un modelo que pone en riesgo a toda la marca
Griffiths subraya que, si se ve amenazado el CUPRA Tavascan, se corre el riesgo de poner en peligro no solo a este vehículo, sino a toda la marca CUPRA. Aunque la empresa es capaz de asumir pérdidas durante cierto tiempo, la inversión en nuevas tecnologías y en el desarrollo de vehículos eléctricos, que es vital para mantener su posición en un mercado cada vez más competitivo, se vería seriamente comprometida.
En este sentido, la polémica sobre los aranceles adquiere un matiz aún más relevante en un sector en el que la reducción de emisiones y la innovación son claves para el futuro. Ante esta situación, SEAT y CUPRA tienen la voluntad de buscar soluciones durante el primer trimestre del año.
Entre las alternativas que se están barajando, se encuentran medidas que se proponen a nivel comunitario, tales como imponer un precio mínimo para evitar el ‘dumping’ o, por el contrario, hacer públicas las cuentas de la empresa para demostrar que no se han recibido ayudas estatales chinas excesivas.
Según Griffiths, los aranceles “no son la solución” a la falta de competitividad, ya que, a su juicio, tan solo permiten ganar tiempo sin abordar de manera efectiva el problema estructural que supone la presión competitiva en un mercado global.
En un contexto de constante cambio y evolución tecnológica, estas cuestiones revisten una importancia capital. La producción de modelos como el CUPRA Tavascan es fundamental para el futuro de la industria. Los aranceles, en este escenario, pueden aumentar los costes de producción y trasladar ese encarecimiento a los consumidores, dificultando la adopción de vehículos eléctricos en un mercado que necesita urgentemente alternativas sostenibles y competitivas.

75 aniversario y Automobile Barcelona
Además de la gestión de este reto arancelario, SEAT y CUPRA han aprovechado la ocasión para anunciar una iniciativa de gran trascendencia social y cultural: la creación de la Fundación SEAT CUPRA. Este nuevo proyecto se lanza en el marco del 75 aniversario de la marca y estará liderado por Patricia Such.
La fundación tiene como objetivo liberar el potencial de las nuevas generaciones, fomentando una sociedad más dinámica y equitativa. Para ello, se apoyará en tres pilares fundamentales: el impulso a las nuevas generaciones, la promoción de la salud y la consolidación de un legado social. Iniciativas como esta evidencian el compromiso de la compañía no solo con la innovación tecnológica, sino también con el desarrollo social y la responsabilidad corporativa.

Por otro lado, el CEO también ha confirmado la participación de CUPRA en el próximo Automobile Barcelona, uno de los eventos más relevantes del sector automotriz en España. La cita se celebrará en el recinto Montjuïc de Fira de Barcelona entre el 10 y el 18 de mayo, y curiosamente, el primer día coincide con el aniversario de la marca.
Sin embargo, Griffiths ha dejado claro que su presencia en la feria viene con una condición: la necesidad de una reinvención del propio evento. Según sus palabras, la feria “se reinvente”, ya que, de no producirse una renovación completa, correría el riesgo de desaparecer. Este comentario refuerza la idea de que el sector automotriz, y en particular el segmento de los vehículos eléctricos, debe adaptarse a las nuevas exigencias y tendencias del mercado para seguir siendo relevante.