Cada poco tiempo llegan noticias de China acerca de un nuevo coche, una nueva tecnología o una nueva batería. El país asiático lidera con sobrada garantía la revolución eléctrica. No lo hace sólo con sus coches, sino también con sus baterías. En el país se instalan las compañías más grandes de la industria, como BYD y CATL. Sin embargo, las empresas más pequeñas también ofrecen importantes avances que prometen expandir el mercado eléctrico y acercarlo a todo el mundo. Farasis Energy acaba de presentar una nueva generación de baterías capaces de recargarse tan rápido como un coche de combustión. Una empresa que apenas cuenta con el 0,48% de cuota de mercado.
Ese es el sueño de todo usuario de un coche eléctrico. De hecho, es la gran frontera de la movilidad eléctrica. La carga es, sin duda, el proceso más delicado a la hora de viajar con un coche impulsado por baterías. En función del país la infraestructura está más o menos, mejor o peor, desarrollada. Las necesidades son las mismas en todo el mundo; cargar y hacerlo cuanto más rápido mejor. Al menos cuando viajamos. La industria ha prometido y conseguido completar viajes cada vez más largos. Hoy en día es posible hacer más de 500 kilómetros sin tener que parar a recargar. La siguiente frontera es hacer que esas paradas reduzcan los tiempos de espera.

Avance especialmente importante en las cada vez más usadas baterías LFP
Todo el mundo da por hecho que las baterías de estado sólido son la próxima frontera, aunque no todos opinan igual. Lo que está claro es que las baterías actuales todavía tienen mucho margen de mejora como ahora Farasis Energy acaba de demostrar. Los chinos han presentado una batería LFP (Litio Ferrofosfato) con carga ultrarrápida. El sistema admite potencias de hasta 6C, lo que significa, en teoría, que puede cargarse al completo en apenas 10 minutos. En pruebas reales se traduce en un proceso de carga del 10 al 80% en cuestión de 8 minutos y medio. El mismo tiempo que podemos tardar en rellenar al completo el depósito de gasolina de un coche de combustión.
Junto a las baterías LFP, Farasis ha presentado una nueva generación de baterías ternarias NCM que admiten sistemas de carga 5C, o lo que es lo mismo: del 10 al 80% en 10,2 minutos. En condiciones reales Farasis asegura que sus nuevas baterías podrán recuperar cientos de kilómetros de autonomía en cuestión de minutos. Menos de 5 minutos en superar la barrera del 50%. La empresa se ha centrado en mejorar la disipación del calor, un factor crítico en la carga ultrarrápida. Su estructura de "solución de superbolsa" (SPS) aumenta el área de disipación del calor cuatro veces para las baterías ternarias de 5C y 4,8 veces para las baterías LFP de 6C. La temperatura se mantiene en todo momento en márgenes seguros.
Para lograrlo, los ingenieros han desarrollado un nuevo modelo de simulación que permite analizar y optimizar los diseños de baterías mucho más rápido. Las simulaciones se realizan en tan solo 10 segundos, lo que supone una mejora enorme con respecto a las 8 o 10 horas que requiere el software tradicional. Esto permite a Farasis probar y perfeccionar rápidamente los diseños para diversas composiciones químicas de baterías. Los avances son especialmente notables en el caso de las baterías LFP, cada vez más populares debido a su menor coste y a su mayor seguridad.