El coche eléctrico se ha convertido en la principal alternativa a aquellos con motor térmico, por lo que es necesario producir baterías a gran escala. En este contexto, hay un país que ha sabido entender el proceso de transformación que venía produciéndose en la última década. China lleva invirtiendo miles de millones de dólares en toda la cadena de valor relacionada con esta tecnología, hasta el punto de doblar en producción de baterías eléctricas a su perseguidor principal.
Estados Unidos, gracias a la contribución de empresas como Tesla o Rivian, se ha mantenido en el segundo puesto, una posición que se espera que pueda mantener a lo largo de los próximos años. Estos dos primeros lugares no han inducido a sorpresa alguna, ya que se trata de las dos principales potenciales a nivel mundial. Veamos, por tanto, qué países son los que completan los escalones del ránking y cuáles son sus expectativas de crecimiento para tratar de seguir dominando el mercado de producción de baterías.
El grueso de producción de baterías de coches eléctricos se concentra en tan solo 5 países
La mejor prueba para comprender el gran crecimiento que está experimentando el coche eléctrico es ver el fenómeno que está produciéndose en torno a China. El país asiático, cuya potencia instalada asciende a 16,8 GWh, ha aumentado inversiones un 16%, pero lo cierto es que ha bajado su participación a nivel mundial. Esto es así debido a que la comunidad internacional está aprovechando el tirón para llevar la producción a un mayor número de localizaciones.
La capacidad de Estados Unidos asciende a 27,4 GWh, muy lejos del dato registrado el año pasado por China. Sin embargo, se espera un mantenimiento del crecimiento de este sector, por lo que el segundo puesto no está en juego. Tras el país norteamericano, copan las cinco primeras posiciones Alemania, Reino Unido y Francia, por este orden.
La capacidad de producción mundial, durante los primeros nueve meses del año, ha sido de 477,5 GWh, un 45% superior a la que hubo en los tres primeros trimestres de 2022. Esto permite comprender el increíble impacto que está teniendo el coche eléctrico a nivel global. Un dato muy interesante es que, tras este incremento de la inversión en el desarrollo de las baterías, China ha perdido una participación en el mercado por valor de un 4%. Pese a ello, sigue siendo el líder indiscutible al tener algo más de la mitad de la cuota de mercado total.
Otra de las curiosidades destacadas del estudio organizado por Adamas Intelligence es ver cómo no existe una cierta correlación con el propio mercado del coche eléctrico. El crecimiento de esta tecnología ha llegado al 33%, produciéndose un desfase entre la comercialización de vehículos y la fabricación de las propias baterías. ¿Culminará este proceso con una reducción notable en los precios en los próximos años? Teniendo en cuenta os principios básicos de la economía, podría pensarse que sí.