Es sin duda alguna una de las grandes noticias del año. Stellantis, el cuarto mayor conglomerado de la industria del automóvil se queda sin su director general, Carlos Tavares. El empresario portugués ha presentó ayer mismo, día 1 de diciembre, la carta de dimisión ante el despacho de John Elkann. Tras aceptar este su renuncia, Stellantis entra ahora en una etapa de cambio. Todo estaba previsto que Tavares se jubilase a finales del próximo año, pero su drástica decisión ha obligado a acelerar los planes para reemplazarlo. No será fácil. La compañía vive un gran momento de inestabilidad con varias de sus partes presionando.
En 2021 todo el mundo celebró la formación del Grupo Stellantis. Un acuerdo entre los grupos FCA y PSA tuvo como resultado la creación de una de las mayores corporaciones del mundo del motor. Con un total de 15 marcas en su haber, entre las que se incluyen Citroën, Opel, FIAT, Peugeot, Dodge o RAM, entre otras, también hay que sumar la más nueva y extranjera incorporación; Leapmotor. A principios de año el propio Tavares firmó un acuerdo por valor de 1.500 millones de euros para hacerse con los derechos de venta de la empresa china en Europa, además de para tener acceso a su tecnología de motores, plataformas y baterías.
Empresa sin rumbo: buscarán rápidamente un reemplazo
Durante estos años, Tavares ha llevado a Stellantis al éxito. Bajo un mando muy estricto donde ha premiado el ahorro por encima de todo, la política de ajuste del portugués ha calado hondo entre sus marcas, puede que demasiado. Desde diferentes áreas de la empresa muchas voces han criticado la situación, sobre todo desde Estados Unidos. La división americana, con Jeep al mando, ha dejado bien clara su oposición a Tavares. La empresa pierde cuota de mercado con una agenda comercial a corto y medio plazo casi inexistente. La presión americana ha forzado la situación.
Ante la delicada situación general, con varias marcas en el alambre, y con cada vez más presiones, hace un par de meses Tavares anunció que a finales del próximo año, a finales de 2025, se jubilaría. Stellantis se tomaba el 2025 como el año en el que buscar y forjar un nuevo CEO capaz de controlar las 15 marcas del grupo. Sin embargo, una vez más cogiendo a todo el mundo por sorpresa, Carlos Tavares ha renunciado de su puesto con efecto inmediato. John Elkann, el presidente y máximo responsable del Grupo Stellantis ha aceptado la dimisión. Elkann tomará el mando provisional de la compañía hasta que se encuentre un nuevo jefe de operaciones. Se prevé una lucha interna.
Dada la debilidad de la rama americana, compañías como Jeep, Dodge o RAM tratarán de presionar para fijar un responsable estadounidense que reoriente la situación. Stellantis ha anunciado que se da un plazo de seis meses, el primer semestre del 2025, para encontrar un sustituto de Tavares. La renuncia del portugués deja en el aire proyectos importantes en todo el mundo y en España. Esta misma semana, tras haberse reunido con el presidente Pedro Sánchez, muchos albergaban la esperanza de que nuestro país recibiese el importante pedido de fabricar una nueva familia de coches eléctricos basados en la plataforma STLA Small. Stellantis cuenta con tres fábricas en nuestro país, Madrid, Vigo y Figueruelas.