La irrupción en Europa de los fabricantes de mayor volumen de ventas en China es algo muy positivo para el consumidor. Tal y como apuntábamos semanas atrás en Híbridos y Eléctricos, la llegada de estas marcas a nuestro mercado está llevando a los fabricantes locales a hacer un mejor uso de sus recursos y a actuar de manera menos libre en el Viejo Continente, lanzando productos de precio mucho más atractivo para seguir siendo competitivos. Algo que se refleja a la perfección en el último coche eléctrico de Renault.
Denominado Scenic, la verdad es que poco o nada tiene que ver con el monovolumen del que toma la denominación y que ha estado a la venta hasta hace poco tiempo. Ya en su última generación el modelo mutó, levemente, hacia la forma de un SUV, y ahora ha acabado dando el salto de lleno al segmento C-SUV, en el que se posiciona de forma canónica gracias a los recursos estéticos de corte campero de su carrocería y a sus 4,47 metros de largo.
También se hace fuerte en uno de los apartados que más valoran los potenciales clientes de este tipo de coches: la capacidad de carga de su maletero. El nuevo Scenic tiene un volumen de 545 en su parte trasera, situándose así a la altura de los mejores del segmento en este sentido. Su máximo rival, que es el Peugeot E-3008, logra 520 litros.
Sin embargo, no es el tamaño, la capacidad de carga o las prestaciones las que ponen al Scenic en una destacada posición en el mapa de los coches eléctricos, sino su precio. El modelo está ya disponible en el configurador de Renault en España por 38.703 euros, incluyendo la actual campaña promocional de la marca (sin ella son 39.900 euros). Incluso en su versión de batería grande, de 87 kWh de capacidad, sigue siendo más barato que los rivales de autonomía y tamaño similar: cuesta 45.493 euros y ofrece 625 kilómetros de autonomía.
El precio de la versión más básica implica ser 1.487 euros más barato que el SUV chino que ha revolucionado el mercado español, el BYD Atto 3. El potencial comercial de este último ha quedado en una posición muy delicada teniendo en cuenta lo que ofrece el Scenic por su precio, ya que el modelo chino, con sus 420 kilómetros de autonomía y 440 litros de maletero, ya no consigue igualar lo que ofrece el europeo a cambio de mucho menos dinero.
La versión más básica del Scenic se denomina Evolution y está ligada, obviamente, al esquema mecánico más sencillo. Se mueve gracias al impulso que ofrece su motor eléctrico, que, situado en el eje delantero, rinde 170 CV. En unos tiempos en los que cualquier coche supera de manera clara los 200 CV, la cifra que anuncia el Scenic puede parecer escasa, pero lo cierto es que sus 9,4 segundos en el 0 a 100 resultarán satisfactorios para un coche que está orientado a uso familiar.
El motor se alimenta de una batería de 60 kWh de capacidad de la que consigue extraer 430 kilómetros de autonomía homologada gracias a un consumo en ciclo mixto de 16,3 kWh a los 100 kilómetros.
De serie, el Scenic Evolution ofrece llantas de 19 pulgadas, iluminación exterior completa en LED con faros traseros con efecto 3D, cámara de visión trasera, sistema multimedia RLink con pantalla de 9 pulgadas (la pequeña, que no es vertical) y sistema de audio Arkamys Auditorium. También disfruta de bomba de calor para aprovechar al máximo la carga de la batería.