La conducción autónoma plena es una tecnología que aún se vislumbra lejana. Bien es cierto que ya existe tecnología suficiente como para incorporarla en los catálogos propios de las marcas. Pese a ello, la legislación aún es reticente con este avance, por lo que muchos fabricantes se ven obligados a usar todo su potencial en recintos cerrados. Tal es el caso de Mercedes-Benz con el parking del aeropuerto de Stuttgart. Por su parte, BMW y MINI también hacen un movimiento similar.
La factoría alemana de Dingolfing lleva trabajando en los avances tecnológicos de automatización desde el año 2022, bajo el marco bautizado como iFACTORY. Tanto es así que ahora, todos los modelos que allí se producen salen de la línea de ensamblaje por sí mismos, sin necesidad de que un operario los conduzca hasta su lugar de almacenamiento. Por este y otros avances en esta materia, la planta de Dingolfing ha recibido la exitosa certificación CE.
La fábrica de Dingolfing incluye nuevas tecnologías de automatización
Además de Dingolfing, el Grupo BMW ya espera recibir esta certificación en otros lugares propios, como la planta de Leipzig, por citar alguna. “La conducción automatizada en la planta optimiza nuestro proceso de producción y supone un importante aumento de la eficiencia en nuestra logística. Por ello, vamos a implantar rápidamente esta tecnología en toda nuestra red de producción”, afirma Milan Nedeljković, miembro del Consejo de Administración de BMW AG y responsable de Producción.
En la planta de Dingolfing, los BMW Serie 5 y Serie 7 que en ella se fabrican, recorren de forma totalmente autónoma, sin necesidad de un conductor, un trayecto de más de un kilómetro que separa ambas naves de montaje, llegando a pasar incluso por un corto recorrido dedicado a pruebas, para finalmente concluir en la zona de Acabados de estas instalaciones.
Este desplazamiento totalmente autónomo es posible gracias a la adopción de sensores específicos instalados a lo largo de todo el recorrido. Esto crea una infraestructura limitada por sensores LiDAR, siendo esta la más grande de toda Europa. Independientemente de las opciones con las que cuente ese vehículo, este sistema controla sus movimientos mediante envío de información a la nube, con lo que permite que este se desplace con total autonomía.
Por otro lado, desde la planta de Leipzig también esperan introducir esta tecnología hasta en el 90 por ciento de los vehículos de BMW y MINI que en ella se producen; también harán lo propio las instalaciones de Regensburg y Oxford en 2025. Finalmente, la nueva fábrica que la marca tendrá en Debrecen, Hungría, la integrará desde un primer momento en el que entre en funcionamiento, lo cual será en los próximos meses.
No obstante, BMW espera seguir implementando esta tecnología en otras áreas, además de la ya mencionada de producción. Su proyecto es introducirla también en la zona de Pruebas y en áreas de distribución en los entornos de la misma.
“En los próximos diez años, realizaremos varios millones de kilómetros de pruebas con conducción autónoma en nuestra red de producción. De esta manera, el Grupo BMW vuelve a establecer un nuevo punto de referencia para la automatización y digitalización de sus procesos de producción, al tiempo que allana el camino para futuras aplicaciones en el campo de la conducción autónoma”, afirmó Nedeljković.