Los vehículos eléctricos, especialmente los componentes que alimentan sus sistemas y el infoentretenimiento, parecen ser la próxima gran apuesta para uno de los titanes mundiales de la fabricación de electrodomésticos: LG Electronics.
William Cho, el CEO de la emblemática firma surcoreana, se mostró optimista al anticipar que, para 2030, LG podría estar facturando alrededor de 17.000 millones de dólares sólo de su segmento de soluciones automovilísticas, lo que representaría aproximadamente el 20% de sus ingresos globales. Si se compara con el 14% que aportó este sector en el primer semestre de 2023, el salto es evidente.
La visión de Cho, que lidera LG desde 2021, es clara: “LG será una pieza clave en la movilidad del futuro”. Sin embargo, la compañía no pretende fabricar automóviles propios, sino potenciar lo que ya hacen bien: entender las necesidades del consumidor y adaptarse rápidamente a las tecnologías emergentes.
Este viraje estratégico forma parte de un plan mayor de Cho para modernizar a LG. La idea es inyectar, al menos, 50 billones de wones (aproximadamente 37.000 millones de dólares) en innovación y nuevos negocios de aquí a 2030. La meta es clara: diversificarse en un contexto donde el hardware convencional ofrece márgenes más reducidos y exige mayores inversiones.
LG ya es un peso pesado en el sector del automóvil, con 80.000 millones de dólares en pedidos pendientes de tecnología como las cadenas cinemáticas eléctricas. General Motors y otros grandes de América del Norte y Europa son parte de su cartera de clientes.
Sobre las recurrentes especulaciones de un posible acuerdo con Apple en el terreno de los vehículos eléctricos, Cho prefirió mantenerse cauto: “Estamos abiertos a colaborar con cualquier fabricante de automóviles, presente o futuro”.
A través de la alianza LG Magna con Magna International, la empresa canadiense, LG se encuentra trabajando en integrar hardware y software, desde asistencia avanzada para conductores hasta sistemas de entretenimiento de última generación.