Irlanda, Austria, Países Bajos y Bélgica tienen la llave (y lo mejor, están deseando utilizarla) para que los precios de los coches eléctricos de segunda mano en Europa desciendan en los próximos años.
Pero esta cuestión no dejaría de ser una estupenda consecuencia de lo que estos países están intentando que, a priori es algo muy distinto, según explican desde la revista francesa Autojournal. Porque, de cara ya a 2025, lo que solicitan estos cuatro países a la UE es que este organismo ponga en marcha una ley… que anime a las empresas -ya sea mediante subvenciones o mediante sanciones si no lo llevan a cabo- a electrificar sus flotas de vehículos.
La electrificación de las flotas de las empresas, con retraso
Estos cuatro estados entienden que el proceso de electrificación de las flotas de un gran número de las empresas con base en la UE sufre un retraso respecto a la modernización que ya se está llevando a cabo en el parque automovilístico particular europeo.
Y para ponerle remedio, los citados países han pedido a la Comisión Europea que ponga manos a la obra en este asunto y que encuentre soluciones en un corto periodo de tiempo, en concreto, antes de finales del próximo año.
Una solución que pasaría por dotar de un impulso a la electrificación de las flotas de multitud de empresas europeas. Y que debería hacerse realidad bajo la forma de un texto legislativo presentado en los próximos meses, para su aprobación por el Parlamento Europeo antes de que acabe 2025.
Las altas instancias de la UE ya han mostrado su acuerdo respecto a esta posible medida, incluyendo, tal y como cita Autojournal, la mismísima Úrsula Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea.
“La acción sobre la ecologización de las flotas de negocios representa una oportunidad crucial. Es necesario examinar el impacto potencial de esta acción a nivel de la UE para acelerar la ecologización de las flotas", indican desde Irlanda, Austría, Países Bajos y Bélgica.
Una consecuencia deseable: el descenso de precio de los coches eléctricos de segunda mano
El objetivo de esta norma sería muy claro: obligar a las empresas a que modernicen y electrifiquen sus flotas de vehículos en los próximos años. Algo que, según los países demandantes ayudaría, ya de entrada a que -y debido al consecuente aumento de ventas de coches eléctricos-, “los fabricantes de vehículos cumplieran con los objetivos de emisiones” requeridos por la propia normativa europea.
Pero lo más relevante para el ciudadano de a pie es que esta futura Ley debería “estimular el mercado de coches de ocasión, haciendo que los vehículos con cero emisiones sean más asequibles y accesibles para todos los europeos”, tal y como señala la petición de estas cuatro naciones.
No les falta razón, ya que, hoy día, y en Europa, la oferta de coches eléctricos de ocasión aún no es muy elevada y, además, tienen menos de cinco años de antigüedad. Una ley como la que plantean Irlanda, Austria, Países Bajos y Bélgica haría que en el mercado de segunda mano europeo se introdujeran, de inicio, un gran número de coches mucho más modernos; entre ellos microhíbridos, híbridos y algún PHEV. Y que en pocos años, aumentara también la oferta de coches eléctricos.
Y, ante esa mayor oferta en el mercado de ocasión, los precios de los coches eléctricos descenderían, por lo que, en general, el acceso a estos vehículos se democratizaría y sería accesible para incluso los ciudadanos europeos con pocos recursos.