¿Realmente se hará efectiva la legislación que prohibirá la venta de coches térmicos desde el 2035? Todo parece apuntar a ello a pesar de que aún hay empresas e incluso gobiernos que se oponen a su establecimiento. Este será uno de los movimientos más importantes y de mayor calado que se hagan en la Unión Europea en mucho tiempo y, por ello, la lista de empresas alineadas con este propósito ya cuenta con 50 miembros.
Entre las compañías más alienadas se encuentra Volvo, quien actualmente lidera el grupo perteneciente al sector automotriz. Según el medio Automotive News Europe, las compañías alineadas con esta legislación apuntan a que “el sector necesita certidumbre para invertir y apoyo para cumplir con los objetivos, pero no para dar marca atrás”.
Dos de los grupos más grandes permanecen en silencio
“La electrificación es la mayor medida que puede adoptar nuestra industria para reducir su huella de carbono. El objetivo de 2035 es crucial para alinear a todas las partes interesadas en ese camino y garantizar la competitividad europea”, ha afirmado Jim Rowan, CEO de Volvo, en su comunicado oficial sobre la aplicación de esta legislación futura.
Algunas de las empresas alineadas con la consecución de esta legislación son compañías de todo tipo, como Rivian, Uber, IKEA o Iberdrola, por citar algunas. Sin embargo, existen dos grupos automovilísticos principales que aún no se han posicionado al respecto. Por un lado está Stellantis, un conglomerado que ya ha demostrado que sí está alineado con la disminución de emisiones para 2025 y que todo apunta a que también estarán preparados para la de 2035.
Por otro lado está el Grupo Volkswagen, quien tampoco se ha posicionado al respecto, aunque de igual forma el camino que está llevando el grupo apunta a que estará preparado llegado el momento. No obstante, esto no quita que esté pasando un momento difícil, pues, como bien es sabido, el conglomerado está considerando incluso cerrar algunas fábricas en Europa, un hecho nuevo para ellos en toda su historia.
En mayor o menor medida, todas las marcas automovilísticas actuales parecen estar en el camino correcto para ofrecer una gama neta en emisiones de carbono desde 2035. No obstante, de lo que no están tan de acuerdo es en la introducción de la reducción de emisiones para 2025. La mayoría sí aprueban la legislación de 2035, la cual consideran como suficientemente destacable como para dejar pasar la que entrará en vigor el próximo año y que amenaza con importantes multas para muchas empresas.
Desde el mencionado medio apuntan a que el único sector que ha incrementado sus emisiones en Europa durante los últimos 30 años ha sido el automovilístico. Por ello, marcas como Volvo aprecian que es importante revertir esta tendencia si se quiere cumplir con el objetivo de reducir un 55% las emisiones medias para esta década y lograr las cero emisiones para medidos de la próxima década.