El final de 2024 ha sido una temporada de luces, pero también de sombras para Tesla. La empresa de Elon Musk logró, por un lado, un nuevo récord histórico de entregas de sus coches eléctricos durante el cuarto trimestre del año, vendiendo un total de 495.570 unidades, lo que supone un aumento del 2,3% respecto al mismo periodo de 2023.
El problema es que Tesla había previsto unas entregas para este trimestre de 512.277 vehículos. Esta diferencia ha contribuido a que, a final de año, la compañía norteamericana ‘únicamente’ haya entregado 1,79 millones de coches eléctricos en todo el mundo, un 1,1% menos del récord de entregas de la marca, que vendió 1,81 millones en 2023; y algo por debajo de los 1,8 millones que esperaban los analistas estadounidenses.
Y todo ello en un contexto favorable, en el que los resultados de la empresa más allá de las fronteras de Estados Unidos no han sido malos ni muchísimo menos, tal y como atestigua el hecho de que, por ejemplo, el Tesla Model 3 haya sido el coche eléctrico más vendido en España durante el pasado año.
Es la primera caída de ventas de Tesla en una década y así ha afectado a la cotización de la empresa
Este leve descenso en las entregas ha supuesto un hecho significativo para la empresa dirigida por Elon Musk, no en vano, es la primera vez en una década que Tesla no entrega un número mayor de coches eléctricos que el año anterior.
Y ello se ha dejado notar de inmediato en el precio de las acciones de Tesla en el índice Nasdaq estadounidense, donde en el día de ayer, y al conocerse la noticia, las acciones de la empresa cayeron cerca de un 6% hasta situarse en los 380,6 dólares -369,34 euros- por título. Sin embargo, esta pérdida de valor no ha debido asustar mucho a los accionistas de Tesla, toda vez que, a lo largo del último año, la capitalización de la compañía se disparó hasta en un 63%.
Esta subida en bolsa, y más allá de los buenos resultados económicos y de ventas de Tesla, se debe en gran parte debido a que Elon Musk, el CEO de la empresa, apoyó públicamente al candidato vencedor de las elecciones presidenciales, Donald Trump, quien ya ha asegurado que convertirá a Elon Musk en un asesor especial de su Administración.
Tesla pretende entregar un 20% más de vehículos en 2025
Además, esta leve caída en las entregas de Tesla no ha supuesto ningún contratiempo para su máximo dirigente, quien ya señaló el pasado octubre que, de cara a 2025, las ventas de la marca estadounidense "aumentarán probablemente más de un 20%".
Para ello, y aunque ya se ha confirmado que Tesla lanzará durante la primera mitad de este año un coche eléctrico más económico, Elon Musk ha presentado negocios paralelos en Tesla, más allá de la fabricación de vehículos eléctricos. Así, para este año pretende comenzar las pruebas de homologación así como la producción de taxis autónomos, los Robotaxi; además potenciar la división energética de la empresa, encargada de fabricar y comercializar grandes baterías.
Ahora bien y tal y como señalan desde Autonews , algunos analistas también ven con preocupación el hecho de que el activismo político de Elon Musk en Estados Unidos a favor de los republicanos pueda afectar a las ventas de coches de la compañía, especialmente en estados con grandes ventas de Tesla pero de orientación mayoritariamente demócrata.
Es el caso de California, donde las ventas de Tesla ya comenzaron a caer levemente a lo largo de 2024. Musk también se ha pronunciado a favor de los partidos conservadores en Canadá y en el Reino Unido, llegando a apoyar incluso a un partido de extrema derecha en Alemania.