A finales de 2023, tras un periodo de incertidumbre, los expertos del sector de la bicicleta miraban con optimismo hacia 2024. Sin embargo, a medida que avanzaba el año, las esperadas señales de recuperación del mercado y estabilización del nivel de inventarios se retrasaron.
Desde los primeros eventos del sector, como el Taipei Cycle Show, hasta encuentros clave como la Taichung Bike Week, quedó patente que el camino hacia la recuperación sería más largo y complicado de lo previsto. Ahora, en 2025, es momento de reflexionar sobre un año que ha sido tan desafiante como revelador.
Reestructuraciones en la industria: optimización y ajustes
El año comenzó con noticias impactantes, como el anuncio del Grupo Accell de cerrar una de sus plantas de fabricación en los Países Bajos, en un esfuerzo por simplificar operaciones y mejorar la eficiencia. Este movimiento se sumó al cierre previo de la fábrica de Ghost en Alemania y a la retirada logística de las bicicletas de carga Babboe. Sin embargo, hubo avances significativos: en octubre, Accell alcanzó un acuerdo con sus accionistas para reducir su deuda en 600 millones de euros, lo que marcó un paso importante hacia una mayor estabilidad financiera.
Otros fabricantes también adoptaron medidas similares. Pon decidió trasladar la producción europea de Santa Cruz y Cervélo a sus instalaciones en Alemania, mientras que Flyer anunció la reubicación de su producción fuera de Suiza, una decisión orientada a adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado. Estas estrategias reflejan una tendencia común: optimizar recursos para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Insolvencias y el desafío del exceso de inventarios
A lo largo de 2024, una oleada de insolvencias destacó las dificultades del mercado. En los Países Bajos, marcas reconocidas como Stella, Qwic y Amslod enfrentaron procesos de quiebra, aunque las dos primeras lograron encontrar nuevos propietarios.
En Austria, Simplon recibió una inyección de capital que aseguró su continuidad, mientras que WSF no logró reestructurarse y fue liquidada. En Alemania, Advanced Bikes también se declaró en bancarrota, citando el impacto del exceso de inventarios tanto propios como de sus clientes.
Evolución del mercado: entre desafíos y oportunidades
Aunque 2024 no cumplió las expectativas iniciales de recuperación, el análisis de datos de importación y exportación reveló algunas tendencias positivas. Por ejemplo, las importaciones de bicicletas eléctricas en la UE mostraron un repunte en los primeros meses del año.
Sin embargo, las exportaciones de Taiwán a Europa cayeron significativamente, registrando un déficit de 500 millones de euros en comparación con 2023. Esto, combinado con un aumento en las importaciones de bicicletas eléctricas más económicas desde China, subrayó la necesidad de estrategias más adaptativas por parte de los actores del mercado.
Avances estratégicos y colaboraciones clave
A pesar de los retos, 2024 también trajo iniciativas prometedoras. La firma de la Declaración Europea Interinstitucional sobre el Ciclismo en abril marcó un hito político, reconociendo el ciclismo como una prioridad estratégica para Europa. Además, estudios como el de McKinsey subrayaron el potencial de crecimiento del mercado de bicicletas eléctricas, pronosticando un incremento significativo hacia 2035.
A nivel empresarial, la adquisición de Cycleurope Industries SAS por parte de Rebirth Group en Francia destacó como una de las operaciones más relevantes del año. Según su fundador, Grégory Trébaol, la estrategia incluye no solo la fabricación de bicicletas, sino también un enfoque en la producción de componentes y tecnologías innovadoras.
Innovación y resiliencia como pilares del futuro
El sector sigue mostrando su capacidad de adaptación a través de iniciativas innovadoras. Por ejemplo, Bike Matrix, una startup que recibió una inversión significativa en 2024, desarrolló una base de datos avanzada para evaluar la compatibilidad de componentes de bicicletas. Este tipo de soluciones demuestra que los datos y la tecnología serán clave para impulsar el crecimiento futuro del sector.
Además, inversiones estratégicas en producción dentro de Europa continuaron durante el año. Francia lanzó programas de apoyo para modernizar su industria ciclista, mientras que Cube Bikes planea establecer una planta en Egipto para fabricar piezas destinadas a sus instalaciones europeas.
Perspectivas para 2025: un año crucial
Tras un 2023 difícil y un 2024 lleno de desafíos, el sector encara 2025 con cautela, pero también con esperanza. La pregunta clave es si este será el "año de la consolidación", el "año del cambio" o, con un enfoque más positivo, el "año de la recuperación". Las condiciones del mercado y las estrategias adoptadas por los actores clave determinarán cómo se desarrollará este nuevo capítulo en la industria del ciclismo.
Lo que queda claro es que, a pesar de las adversidades, el sector sigue siendo un referente en movilidad sostenible e innovación. Con una combinación de ajustes estratégicos, avances tecnológicos y colaboración, la industria del ciclismo está mejor posicionada para superar los retos y aprovechar las oportunidades de un mercado en constante evolución.