De la guerra por la mayor autonomía, los fabricantes de coches eléctricos han pasado últimamente a presentar interesantes novedades en cuanto a la tecnología de recarga de vehículos cero emisiones se refiere. El último en dar la sorpresa ha sido Huawei, que ha lanzado la que es, hasta el momento, la estación de carga más rápida y potente del mundo.
Se considera como tal pues llega con una potencia máxima de 1.500 kW, 20 kWh de capacidad de carga por minuto y 2.400 amperios de corriente de carga máxima durante 15 minutos de forma estable. Unas cifras con las que supera, por tanto, los 1.360 kW de BYD, los 1.200 kW de Zeekr, y los algo más de 1.300 kW prometidos por CATL.
Huawei ha adelantado a sus rivales más fuertes

Una batalla en la que por ahora Huawei lleva la delantera en el sector, y que mejora en prácticamente cuatro veces las capacidades de los cargadores tradicionales. Dependiendo de la capacidad de la batería a recargar y la potencia que admita, se podría hablar incluso de paquetes que se completen al 100% en 8 minutos, o de la posibilidad de sumar 1 kilómetro de autonomía por segundo enchufado a la corriente.
La tecnología del fabricante chino ha requerido del desarrollo de un sistema de refrigeración líquida al completo, que solventa el riesgo de fuga térmica al que se puede dar lugar en caso de sobrecalentamiento, dado el nivel de potencia del que estamos hablando. De este modo, se asegura un funcionamiento totalmente estable a temperaturas extremas que van desde los -30 grados bajo cero a los 60º C. Por si fuera poco, se reduce el riesgo de fallos en un 50% y además se asegura una vida útil del cargador de no menos de 15 años.
Cabe destacar que Huawei empezó desarrollando esta revolucionaria estación de carga pensando en vehículos eléctricos pesados como los camiones, para los que ha demostrado que 15 minutos de carga son suficientes como para que un vehículo cero emisiones de gran tonelaje pueda prestar servicio ininterrumpido durante cuatro horas.
Pero el nuevo cargador de la firma asiática es perfectamente compatible con cualquier otro automóvil, como puede ser un turismo, así como con maquinaria de construcción, con una compatibilidad del 99% con la flota de vehículos eléctricos de todo el mundo.
Todavía hay retos que superar

En las pruebas que se han hecho con camiones eléctricos, Huawei ha demostrado una reducción de los costes operativos de hasta el 35%, en comparación con los vehículos diésel de características similares que han estado utilizando hasta ahora.
Como sea, ya se sabe que este tipo de cargadores tan potentes tienen ciertos retos que superar para que se puedan extender por todo el territorio, para que sean realmente viables. Lo primero y más importante es que haya vehículos capaces de soportar estos niveles de potencia para poder sacarle partido, y hasta ahora los más ambiciosos en este sentido son los BYD Han L y BYD Tang L que se han presentado en China, y cuyas baterías admiten cargas a 1.000 kW.
También hay que tener en cuenta que se necesita una red de carga potente y estable para llegar a según qué zonas del mundo, además del alto coste que tiene la instalación de un cargador de estas características, por lo que tardemos en verlos en Europa, y todavía más hasta que lleguen a gran escala.