El coche eléctrico y asequible que Ford desarrollará sobre la plataforma eléctrica MEB de Volkswagen será "un automóvil altamente diferenciado". A partir de su llegada al mercado, en 2023, Ford pretende vender 600.000 unidades de un coche eléctrico que nada tendrá que ver con los modelos de Volkswagen ni de la competencia: "se verá como un Ford, se conducirá como un Ford, se sentirá como un Ford y será construido por Ford".
Los responsables de Ford y Volkswagen anunciaron que los términos de su acuerdo de colaboración, firmado en julio de 2019, se harán realidad con la adaptación de un modelo de 'pick-up' de Ford para la marca Volkswagen Vehículos Comerciales y la supervisión de la planificación de una furgoneta de una tonelada de carga. Por su parte, el fabricante alemán desarrollará un vehículo de reparto urbano para la ciudad y cederá su plataforma modular MEB para producir un coche eléctrico para Europa a partir de 2023.
Respecto a este último, Ford ha confirmado que producirá un automóvil eléctrico "altamente diferenciado" gracias la alta flexibilidad de la plataforma eléctrica alemana. Este nuevo modelo diseñará y fabricará en el centro europeo de I+D que el fabricante tiene cerca de Colonia, Alemania, que le un mejor acceso a la tecnología del Grupo Volkswagen.
El uso de la arquitectura MEB permitirá a Ford acelerar el desarrollo de un automóvil eléctrico asequible para Europa. En 2021 llegará al mercado europeo el Mustang Mach-E, un SUV eléctrico de alto rendimiento, cuya llegada al Viejo Continente ha sufrido una pequeña demora por la crisis sanitaria del coronavirus. Su precio de entrada, alrededor de los 47.000 euros, está lejos de convertirlo en un vehículo de masas.
Plataforma MEB del Grupo Volkswagen.
El fabricante necesita un modelo económico que compita con la oferta de otros fabricantes en Europa y pueda acceder a los programas de incentivos que ayudan a los compradores a adquirir un vehículo eléctrico, lo que lo situaría también entre las opciones de las empresas que tienen flotas profesionales.
La alianza entre ambos fabricantes establecía la venta de 600.000 plataformas MEB a Ford entre 2023 y 2029. Este acuerdo incluía la compra de las baterías y los componentes asociados y permite a Volkswagen amortizar parte de la inversión de 7.000 millones de dólares llevada a cabo en la arquitectura MEB.
Por su parte Ford se ahorra parte de los costes de desarrollo que conlleva una nueva plataforma modular. Por eso, según Stuart Rowley, presidente de Ford Europa, no tendría sentido financieramente tener un solo modelo eléctrico por lo que Ford ya está sopesando la idea de fabricar un segundo coche eléctrico sobre la plataforma para eléctricos del grupo alemán.
Rowley enfatizó que las variantes de Ford desarrolladas sobre la plataforma MEB serán muy diferentes de los del Grupo Volkswagen, que se venderán bajo las marcas Volkswagen, Audi, Seat y Skoda. "Estamos muy centrados en el hecho de que estos productos tengan el ADN de Ford: se verán como un Ford, se conducirán como un Ford, se sentirán como un Ford y serán construidos por Ford".
El primer vehículo planeado por esta alianza será una furgoneta compacta basada en el Volkswagen Caddy. Llegará en 2021, será fabricada por Volkswagen y reemplazará el Transit Connect de Ford. En 2022 llegará el sucesor del Volkswagen Amarok, basado en el Ford Ranger y construido por Ford. El fabricante americano también diseñará una nueva furgoneta mediana que reemplazará tanto al Volkswagen Transporter como al Ford Transit, que todavía no tiene fecha de lanzamiento.