Estamos ante el fin de una época. El mundo está cambiando muy deprisa. Con todas las miradas puestas en una más que probable crisis económica, los grandes eventos penden de un hilo. Muchos de ellos han desaparecido o lo van a hacer próximamente. Otros buscan nuevos emplazamientos atraídos por el dinero y el lujo. El Salón de Ginebra de 2023 rompe con la tradición. Dice adiós a las tradicionales tierras suizas para caer en brazos de las fortunas basadas en el petróleo de Qatar.
Está claro que los próximos meses van a ser duros a nivel económico. La tensa situación que se vive en el este de Europa está provocando movimientos estratégicos hasta ahora impensables. Los fabricantes de coches saben que se enfrentan a meses de dura recesión en los que las ventas van a caer a nivel continental. Ante tal panorama la mayoría de ellas busca centrar sus recursos económicos en acciones que supongan un importante retorno comercial. Los salones ya no están dentro de esas acciones.
El Salón de Ginebra ha sido, hasta ahora, la gran feria del automóvil europea. Durante una semana la ciudad suiza se convertía en el epicentro mundial del mundo del motor. Miles de asistentes, cientos de marcas y un gran escaparate mundial bajo los techos del Palexpo, la feria de exposiciones de Ginebra. Los tiempos gloriosos quedan atrás o cambian de forma o territorio. Con ya tres ediciones canceladas, el cambio de rumbo es evidente.
A las marcas nunca les ha compensado acudir a Ginebra. Si bien el escaparate era ideal, el gasto nunca compensaba en rendimiento. La muestra suiza suponía enormes desembolsos para las compañías. Sumas importantes de dinero que se vigilan tras el azote de una pandemia mundial y la más que evidente crisis que se avecina. Muchas marcas no habían confirmado su asistencia a la feria, y ante el miedo de quedarse con muchos stand vacíos, los organizadores del Salón de Ginebra han tomado la determinación de emigrar a suelo catarí. Doha será la nueva sede, al menos en la edición de 2023.
El cambio la verdad es que no ha cogido por sorpresa, numerosos rumores apuntaban a esta posibilidad, y finalmente se han confirmado. Con todo preparado para la celebración en febrero del año que viene, la nueva fecha se fija en noviembre de 2023, en Doha, la capital. Este importante cambio implica que Europa se queda huérfano de la gran feria del automóvil, relegando el fundamental papel a otros eventos que hasta ahora no conseguían alcanzar en popularidad a la muestra suiza, como es el caso del Salón de París, cuya celebración está programada para el próximo mes de octubre.
De esta forma Europa ya no asistirá al lanzamiento de sus propias novedades en su propio territorio. Todo el mundo esperaba mucho de la muestra de 2023 tras tres años de vacío. Se esperaban presentaciones de gran importancia para el mercado eléctrico como son el Hyundai Ioniq 6, el Volkswagen ID.1, el Peugeot e-308 y muchos más. Desconocemos si finalmente las marcas optarán por hacer los lanzamientos en tierra catarí, aunque el retraso de la fecha de celebración no cumple con los programas inicialmente fijados por las marcas.