Porsche ha estado últimamente en boca de todos debido al ‘alargamiento’ en la vida comercial que tendrán sus vehículos térmicos ya conocidos, como el Porsche Macan, por ejemplo. No obstante, ello no quiere decir que cancelen o vayan a sacar nuevas mecánicas con motor térmicos para modelos de por sí definidos como eléctricos. La compañía está decidida a hacer realidad su anhelo de ser una marca 100% eléctrica en la próxima década.
Asimismo, el próximo modelo en llegar a la gama de vehículos eléctricos será el Porsche 718 en sus dos variantes: Boxster (descapotable) y Cayman (coupé). Estos, al igual que sucede con el Macan, compartirán vida comercial con las variantes de gasolina que se venden a día de hoy. No obstante, todo apunta a que las nuevas generaciones 100% eléctricas irán un paso más allá en todos los aspectos.
Los nuevos Porsche 718 serán modelos con elementos propios de la competición
Concretamente ha sido el medio Autocar quien ha podido tener una pequeña charla con Michael Steiner, jefe de I+D de Porsche. En su conversación, el responsable detalló puntos vitales con los que contarán los nuevos 718 en términos de experiencia de conducción y sensaciones. Para ello, la marca alemana aprovechará su presencia en el campeonato de Fórmula E y extraerá diferentes elementos para hacer que el feeling sea de puro coche de carreras.
Esto es debido a que los equipos de Fórmula E tienen la libertad plena para poder desarrollar sus propios sistemas de propulsión, por lo que tienen también plena libertad para poder derivarlos directamente hacia el mercado propio, aunque bajo una puesta a punto más ‘lógica’. Esto tiene mucho que ver con el equipo de software al que se recurre y con el que tendrá mucho que ver la propia eficiencia de la mecánica.
“Es importante destacar que la movilidad eléctrica en carretera también es una fórmula de eficiencia, porque al ahorrar energía se puede ganar en peso, en autonomía o en costes de material. Hay una gran variedad de cosas que podemos hacer con mayor eficiencia”, afirmó Steiner.
Todo ello tendrá mucho que ver con la competición, pero no sólo en términos de aceleración, velocidad o puesta a punto general del modelo, sino también el cómo será el feeling con su equipo de frenos. “Nuestra estrategia no es la de un solo pedal. Una buena sensación de frenado es un elemento clave del manejo de Porsche, porque hace que sea un automóvil superior”, puntualizó el responsable.
“Si le preguntas a cualquier piloto de carreras, ninguno elegiría un sistema de un solo pedal porque deberías tener el control de la recuperación y el frenado en el mismo pedal de la forma más fluida posible. Si preguntas a los pilotos, estos sienten la diferencia sobre el pedal del freno”, aseguró el jefe.
Los nuevos Porsche 718 (en sus dos carrocerías), introducirán además la nueva arquitectura de baterías, situadas detrás de los asientos: “Se trata de poner el centro de gravedad lo más cerca posible del conductor para que el coche que lo rodea sea realmente flexible y ágil. Entonces puedes manejar y controlar el coche muy bien y está muy bien equilibrado. Te sientas cerca de la carretera, por lo que es una gran ventaja en comparación con una plataforma en la que te sientas encima de la batería. Es una sensación de auténtico deportivo”, aseguró.
El Porsche 718 debería hacer acto de presencia a lo largo del próximo año 2025 e iniciar sus ventas a principios de 2026. Como ya hemos mencionado, este compartirá mercado con las variantes térmicas del mismo. Aunque su precio de partida no se conoce aún, es posible que cuente con una factura inicial de entre unos 70.000 y 80.000 euros.