Un icono entre los iconos. El Mercedes Clase G está hecho de otra pasta. Su historia completa algunas de las mejores páginas de los libros de historia del mundo del motor. Ha pasado por todas las fases imaginables, adaptándose a nuevas tendencias y a nuevos mundos. El siguiente paso de este titán es volverse eléctrico, algo que Mercedes ya ha confirmado. Será mucho antes de lo que te puedas imaginar.
La pasada semana Mercedes desveló su plan de movilidad para el 2030. La rueda de prensa dio pie a numerosos y jugosos titulares. Un Mercedes EQS SUV en desarrollo, un Mercedes EQXX con autonomía real por encima de los 1.000 kilómetros, y alguna que otra cuestión más que ha marcado la actualidad durante estos días. Los alemanes no han dejado piedra sin remover, y quieren convertirse en la marca líder de la movilidad eléctrica.
En el año 2030 Mercedes estará lista para decir adiós a los motores de combustión. Sobre este eje gira todo el programa de lanzamientos de los próximos años. En los últimos años se ha especulado mucho con la posible llegada de un Mercedes Clase G a pilas, sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando ha sido desvelado. Seguro que la nueva generación de baterías presentada en el Mercedes EQS tendrá algo que ver en este cambio.
Mercedes-Benz Clase G en off-road.
Todos sabemos que el Clase G se ha convertido en un referente tanto dentro como fuera del asfalto. Aunque sus capacidades off road están fuera de toda duda, muchos de sus acaudalados clientes jamás han pisado tierra. El Clase G se ha convertido en una bestia estética que en algunas ocasiones se utiliza únicamente para desfilar por la ciudad de una forma brava, imponente y descomunal.
Y es ahí donde Mercedes quiere plantar su bandera. El Mercedes Clase G gusta por su imagen. Pocos coches le pueden plantar cara, y dado que muchos clientes solo lo usan para sus paseítos cotidianos, una variante eléctrica tiene todo el sentido del mundo. Ahora bien, todo va a depender de lo mucho o lo poco que los diseñadores e ingenieros quieran cambiar ese G a pilas.
Todos esperamos tres cosas de esta bestia. La primera es un diseño a la altura de su nombre y su historia. Un Clase G tiene que intimidar, lleve el motor que lleve. Lo segundo es su capacidad fuera del asfalto. Una unidad descafeinada en este terreno no tendría sentido y, por lo tanto, a pesar de ser eléctrico, debe cumplir excepcionalmente se ponga donde se ponga. Y por último, es la integración de lo mejor de lo mejor de Mercedes. Su precio tampoco se espera que sea discreto.
El planning marca la fecha de lanzamiento en el año 2024, se desconoce en que momento a lo largo del año. Lo que sí sabemos es que habrá varias versiones tal y como ya te contamos hace unos meses. Se llamará Mercedes EQG y tendrá una versión 560 y otra 580. Es de suponer que la versión de acceso contará con un sistema similar al del EQS 580 con 524 caballos, 855 Nm de par motor y dos motores eléctricos. Aunque también es muy posible que algunos de estos datos varíen.