Gracias a un nuevo sensor fabricado por la empresa Amphenol es posible detectar fugas de refrigerante en el interior de la batería de un coche eléctrico o híbrido. Es capaz de detectar la presencia de agua estancada con tan solo 2,8 mm de espesor en la carcasa de la batería. Su conexión con el sistema de gestión envía una alerta al sistema y al operador para que se puedan tomar las medidas necesarias para evitar fallos importantes en el interior de la batería o riesgos de seguridad.
El uso generalizado de baterías de alta capacidad en vehículos eléctricos (y en aplicaciones industriales como instalaciones estacionarias de almacenamiento de energía), ha añadido nuevos desafíos relacionados con los fallos que quedan reflejados en el sistema de diagnóstico de a bordo (OBD - On Board Diagnostics). Uno de los más importantes es garantizar la seguridad y fiabilidad de los sistemas de administración de energía ante la presencia de agua en ellos.
En el diseño y la construcción de las baterías ya se tiene en cuenta la intrusión de agua en su carcasa. En aplicaciones móviles, el recubrimiento que las protege puede dañarse por las salpicaduras o por los efectos a largo plazo de la corrosión que crear dejar grietas por las que se introduzca el agua en su interior. Las torsiones excesivas, las vibraciones o un accidente que fisure o deteriore su integridad puede ser también una motivo de entrada de agua. Asimismo, las variaciones de temperatura y presión del aire del habitáculo pueden provocar condensación y humedad, que acaba convirtiéndose en agua acumulada en las partes bajas.
Amphenol Advanced Sensors ofrece un sensor de fugas de refrigerante que puede incorporarse a las baterías de vehículos eléctricos e híbridos. Ha sido diseñado por su marca Thermometrics, que también se encarga de la fabricación y comercialización. Es capaz de detectar pequeñas cantidades de agua o de líquido refrigerante en el interior del habitáculo de la batería. La señal se envía al BMS, el sistema de gestión de la batería, que alerta al conductor para que tome las medidas necesarias para reducir el riesgo de fallos y eliminar los posibles cortocircuitos.
Funciona con una potencia estándar de 5V y puede detectar una superficie de agua estancada en la parte inferior del habitáculo de la batería de tan solo 2,8 mm. El sensor incluye una resistencia de 510 kΩ en paralelo con dos contactos enchapados para la detección de circuitos abiertos y cortocircuitos. Su tamaño reducido y el cableado de longitud personalizada permiten varias posiciones de montaje, según las opciones del conector del BMS.
Amphenol Advanced Sensors es, una compañía americana que comercializa los sensores más utilizados en la industria, incluido el sector del transporte. Además de operar en el mercado estadounidense, también cuenta con sedes en Centroamérica, Europa y Asia.