Daimler Buses ofrecerá sus autobuses y autocares totalmente eléctricos en Europa para finales de esta década. Para lograr este objetivo, la compañía acaba de anunciar su alianza con varios institutos de investigación del sector de la electrificación móvil, así como con profesionales de la misma industria. Con ello, han formado el proyecto denominado Electrified Coach (ELCH).
El proyecto se encuentra actualmente en un momento muy temprano de su desarrollo. Ha recibido financiación por parte del gobierno alemán, aunque Daimler Buses no ha confirmado cuál es la cantidad económica concreta. El objetivo principal es conseguir presentar dos vehículos de pruebas funcionales en apenas cuatro años. Servirán para testar sus capacidades, así como las condiciones de funcionamiento más óptimas, según los diferentes climas europeos.
El plan de Daimler Buses es iniciar la comercialización de sus modelos "cero emisiones" para finales de esta década a través de sus dos marcas especializadas en este sector: Mercedes-Benz y Setra. Sin embargo, no se ha especificado una fecha concreta para dicho lanzamiento.
La compañía, por otro lado, no ha especificado cuál va a ser el sistema mecánico concreto, si la electrificación llegará a través de una batería o por el uso de una pila de combustible de hidrógeno, aunque ya trabajan con ambas posibilidades. Aunque la pasada primavera de 2022, el CEO de Daimler Buses, Martin Daum, puntualizó que su solución preferida para estos vehículos siempre ha sido el hidrógeno: "definitivamente en el transporte de autocares de larga distancia, los tanques de hidrógeno tienen más sentido como fuente de energía que las baterías".
Asimismo, es conocido que la compañía se encuentra trabajando paralelamente en las mecánicas eléctricas con baterías, al menos como parte del proyecto de investigación. Para la fase inicial de modelos conceptuales, la empresa probará ambas soluciones, aunque sus testeos en entornos reales terminarán por decantar la balanza.
Entre las diferentes arquitecturas que se encuentran investigando, está la combinación de tecnologías, aunque parte de la decisión final sobre su viabilidad llegará tras el estudio de los costes de producción, impacto ambiental y la posibilidad de integración en un vehículo funcional.
Uno de los requisitos indispensables que deberán tener los modelos de comercialización final será ofrecer la misma capacidad de pasajeros y equipaje que los actuales modelos diésel. Fuera de su mecánica, deberá trabajarse intensamente la aerodinámica y el peso de los vehículos, así como su propia dinámica de conducción.
El CEO de la compañía afirmó que estos modelos "dependerán significativamente de su idoneidad en la práctica", apuntando directamente a que deberán ser mucho más "lógicos" en su uso que los modelos diésel. Por ello, "las pruebas de conducción y desarrollo de su mecánica se realizarán en entornos reales y con clientes reales. De esta manera formaremos una base de datos de relevancia para su posible producción en serie".