La movilidad eléctrica es más que poner a la venta coches y motos eléctricas para lograr una flota de vehículos cero emisiones de los conductores particulares. Hay otros sectores, como el transporte, que tienen que hacer lo propio para reducir la contaminación del aire.
En este punto, la propuesta de autobuses eléctricos de BYD es muy interesante, especialmente si tenemos en cuenta que ya tienen acuerdos con al menos dos empresas españoles para desarrollar este tipo de medios de transporte.
El año pasado nos hacíamos eco del primer autobús eléctrico que llegaba a España de la mano de BYD y Castrosua, el carrocero gallego que hizo posible el lanzamiento de un modelo eBus de 12 metros de largo, con espacio para 92 pasajeros.
Esta colaboración entre ambas empresas presume de un paquete de baterías de tipo LFP, con 422 kWh de capacidad y una autonomía por carga de 450 kilómetros.
Pero Castrosua no es el único fabricante español que estaba en conversaciones el BYD, y también podemos hablar de los modelos desarrollados junto al también carrocero gallego UNVI, del que salieron proyectos como el BYD B12.
En este caso, también de 12 metros de largo, pero con un paquete de baterías Blade de nueva generación, con lo que estaríamos hablando de una tecnología de mayor densidad energética y de una autonomía por carga completa en torno a los 600 kilómetros.
Por otro lado, también se habló del BYD-UNVI DD13, un autobús de dos alturas, con más capacidad para el transporte de pasajeros y que también se diseña en parte en la empresa de Ourense.
Tanto Castrosua como UNVI disponen de productos ampliamente personalizables, lo que permite que la oferta sea generosa y adaptada a cualquier necesidad, principalmente para los mercados europeos.
Las posibilidades a futuro están claras, pues estamos hablando de un fabricante chino líder mundial en vehículos enchufables, y que ya ha conseguido vender algo más de 100.000 autobuses eléctricos en todo el mundo, aunque esta implantación, especialmente en España, es lenta.
Que haya una alianza de este tipo con empresas españolas es interesante de cara a las intenciones de BYD de fabricar en Europa, que ya se sabe que lo hará en Hungría y que podría ampliar sus instalaciones en nuestro continente si llegan restricciones o aranceles nuevos a los vehículos fabricados en China, como ya ha ocurrido en Estados Unidos.
