La NASA ultima un motor híbrido para reducir emisiones en el transporte aéreo

La compañía aeroespacial ya tiene avanzadas las tareas de desarrollo de un primero prototipo, que sería capaz de reducir un 10% el total de las emisiones generadas durante el funcionamiento.

Podrían ser parte de los aviones de nueva generación.
Podrían ser parte de los aviones de nueva generación.
26/05/2024 09:00
Actualizado a 26/05/2024 09:00

Si la industria del automóvil necesita reducir las emisiones de los vehículos, los medios de transporte aéreo no se quedan atrás, pues son en buena parte responsables de los gases nocivos que afectan a la atmósfera. El nuevo proyecto en el que trabaja la NASA está orientado a hibridar los motores de los aviones, de forma que se vaya reduciendo paulatinamente este tipo de contaminación.

Se habla de un motor a reacción, con un núcleo pequeño, en el que se produciría la mezcla de aire comprimido y combustible, y que debería ser capaz de reducir un 10% el consumo y las emisiones habituales de un sistema de propulsión actual.

Objetivo: un transporte aéreo menos contaminante

El programa en el que están trabajando se llama Hybrid Thermally Efficient Core o HyTEC, y trata de demostrar que su tecnología podría mover de manera más eficientes a los aviones de nueva generación, a partir de 2030 y con el apoyo de la Asociación Nacional de Vuelo Sostenible, perteneciente a la NASA.

Requiere de una turbina mayor para lograr unas prestaciones similares.
Requiere de una turbina mayor para lograr unas prestaciones similares.

La primera fase de pruebas iniciales, que ha durado tres años, ya está casi finalizada y lo que van a empezar es a terminar de diseñar y construir un prototipo con este tipo de núcleo compacto, junto a la empresa GE Aerospace.

Entre los retos encontrados, está la necesidad de obtener las mismas prestaciones con unas dimensiones más reducidas, lo que creó la necesidad de utilizar materiales más resistentes y duraderos, de modo que soporten la presión y el calor extra, necesarios para obtener la misma potencia que un motor a reacción de los que se utilizan normalmente.

Pero también hay que pensar en el resto de las estructura, en el reparto de pesos, en la aerodinámica y en la integración de todo, que se prueba inicialmente en tierra firme, ya que es la primera vez en la historia que se hace algo así.

Los primeros avances irán destinados a entender cuál es la cantidad de aire óptima que tiene que entrar en el núcleo, para el proceso de combustión, y la que fluye alrededor del mismo. Aumentando el tamaño de la turbina, la intención es usar menos combustible, y de ahí empezar como punto de partida hacia una mayor eficiencia.

En cuanto a la hibridación, es otro de los asuntos por integrar, dado que la energía aportada por una fuente eléctrica, también daría lugar al ahorro de carburante, evitando parte de las emisiones de CO2 que se producen en la actualidad.

Los expertos de la NASA confían en tener listo en los próximos años un sistema de propulsión con hibridación lígera, para más adelante ser también pioneros en el lanzamiento de motores a reacción con tecnología híbrida de mayor capacidad, y con los aviones de pasajeros como principal y más importante destino.

Sobre la firma
Ruben Leal
Rubén Leal

Redactor de Híbridos y Eléctricos, cubriendo toda la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Ciencias de la Información por la Universidad de Málaga. Cursó el máster Comunicación y Periodismo Deportivo en la Universidad Europea. Además, ha trabajado en medios de comunicación del motor como Autopista, Motor1 y SoyMotor.