Arabia Saudita y Emiratos Árabes están librando una feroz batalla por liderar la adopción de tecnologías disruptoras. Ambos países no escatiman en gastos ni temen arriesgarse con ideas futuristas. Actualmente, son los saudíes llevan la delantera con proyectos espectaculares. Destacan sus imponentes rascacielos que atraviesan el desierto, iniciativas relacionadas con sistemas de transporte como el Hyperloop, un estadio de fútbol colgante en un acantilado o un colosal rascacielos en forma de cubo, lo suficientemente grande como para albergar en su interior veinte edificios del tamaño del Empire State.
Pero Emiratos no se queda atrás: piscinas para bucear con ciudades hundidas bajo la superficie, motocicletas policiales voladoras, una carrera de con trajes a reacción, el edificio más alto del mundo o bomberos equipados con mochilas propulsoras que ofrecen una solución ideal para incendios dentro del alcance de un potente chorro de agua.
La última idea en la capital saudí de Riad
El director ejecutivo de Saudi Arabia Holding, Mohammed AlQahtani, ha publicado en su página web de la red social LinkedIn la última aventura en la que se embarcará el país árabe: una flota de pequeños helicópteros eléctricos que transportará a los visitantes de la Expo Internacional de Riad en 2030.
La empresa de aviación con sede en Salzburgo, Austria, FlyNow Aviation, proporcionará miles de helicópteros eléctricos para ese año. Con ese objetivo, abrirá próximamente una oficina regional y una línea de producción en Arabia Saudita. En los seis años que tiene de plazo hasta la celebración de la Expo, tiene mucho trabajo por delante. Cuando mostró por primera vez estas máquinas, en febrero de este año, acababa de completar las pruebas en tierra con un prototipo todavía conceptual.
Estos helicópteros, de uno o dos asientos, prometen una autonomía de hasta 50 km, suficientes para cubrir los pequeños recorridos entre las diferentes instalaciones del evento. La versión de dos asientos puede transportar has hasta 200 kg alcanzando una velocidad máxima de 130 km/h.
El diseño del fuselaje es muy sencillo: una cápsula simple con dos rotores superiores apilados coaxialmente que contrarrotan para equilibrar las reacciones de par, eliminando la necesidad de un rotor de cola tradicional. Todo el conjunto pesa solo 210 kg, en el formato de un solo asiento, y sus rotores relativamente cortos prometen un nivel de ruido inferior a 55 dB a 150 m de altitud, inferior a los que emite "conversación tranquila" en una escala de medición de ruido.
Este diseño permite que la aeronave vuele como un helicóptero según las regulaciones actuales, evitando la necesidad de una atención regulatoria especial como podría requerir cualquier otra aeronave eVTOL multirotor. Para el control de vuelo, probablemente, requerirán un sistema autónomo, ya que en el interior de la cabina no hay mandos de control.
Si, finalmente, la flota está formada por miles de estos aparatos demandarán mucho espacio en tierra para la parte logística de la carga y descarga. Las aeronaves requerirán una zona de estacionamiento y un área de exclusión adecuada para despegar y aterrizar.
Riad es una ciudad relativamente pequeña, de apenas unos pocos kilómetros de ancho, con amplias llanuras kilométricas y desérticas de arena roja que se extienden en todas direcciones. Por lo tanto, la necesidad de espacio no debería ser un problema siempre y cuando se pueda instalar en ellos una red de recarga para sus baterías.